El diputado autonómico del Partido Popular en las Cortes Valencianas, Juan de Dios Navarro, ha presentado una Proposición No de Ley para que se realice una actuación integral de reparación de la carretera CV-380 en el tramo de ocho kilómetros que va de Sax a Salinas. El documento insta al Consell a proyectar y ejecutar «a la mayor brevedad posible» una reparación completa del vial que incluya una nueva capa de rodadura, la construcción de arcenes de 1 a 1,5 metros de anchura y la instalación de un carril bici para el tránsito de los ciclistas. «De este modo conseguiremos que se mejoren las comunicaciones y la seguridad vial», ha indicado Juan de Dios Navarro después de visitar la zona junto al alcalde de Salinas, el popular Isidro Monzó.
Salinas dispone de una superficie de suelo industrial de 361.451 metros cuadrados y una población de 1.600 habitantes, que ha visto aumentada en las últimas décadas su industria debido a la creación de cuatro polígonos industriales, de los que tres están completamente consolidados y un cuarto en construcción.
«La antigüedad de la carretera de Salinas, así como el aumento del tráfico que ha sufrido en las dos últimas décadas, han hecho que esta infraestructura se encuentre en un avanzado estado de deterioro», ha advertido el diputado ilicitano detallando sus carencias y necesidades. «Del punto kilométrico 9 al 10 la CV-380 presenta grietas, piel de cocodrilo y blandones; y del 10 al 17 irregularidades en el firme, blandones, roderas y baches, lo que hace imprescindible la actuación integral que hemos solicitado», añade Navarro subrayando que «la Proposición No de Ley que el PP ha presentado en las Cortes es fruto del diálogo mantenido con el alcalde de Salinas».
Precisamente este diario ya publicó en noviembre de 2011 un artículo advirtiendo de que es una de las carreteras más comprometidas del interior de la provincia y, también, de las más olvidadas por la Administración valenciana pese a la alta densidad circulatoria de turismos y el elevado tráfico pesado que soporta en los días laborales. Prueba de ello es que en los últimos veinte años la sinuosa CV-830 ha sido escenario de una treintena de accidentes graves con un balance que supera las cinco víctimas mortales. Al no existir arcén y discurrir una profunda zanja de pluviales junto al borde del desgastado firme cualquier despiste, falta de visibilidad o «volantazo» puede traer consigo consecuencias fatales. De eso saben mucho quienes la transitan a diario y los numerosos ciclistas que cada fin de semana cubren una ruta que cada vez resulta más peligrosa.
