El único horno de yeso que se conserva completo en Sax, el que se encuentra situado a los pies del Cabezo del Sastre y cuyo origen data del siglo XVIII, comienza a recuperar la imagen de antaño tras permanecer décadas sepultado entre la basura.
El Ayuntamiento de Sax ha retirado esta semana 3.000 kilos de residuos de su interior. Escombro, neumáticos, latas, colchones, viejos televisores, restos de coches y cinco esqueletos de perros. Una montaña de desechos que ocultaban el horno a la vista de los excursionistas e impedía acceder a su abovedado interior. Es el paso previo a una serie de actuaciones tendentes a garantizar su conservación así como el mantenimiento de los otros tres hornos próximos, que están derruidos, y la recuperación de la cantera de yeso -propiedad municipal- en la que se encuentra enclavado.
En el Plan Director del Parque Cultural Castillo de Sax ya se apuntaba, años atrás, la conveniencia de declarar este conjunto arquitectónico como Bien de Relevancia Local y, en estos momentos, el objetivo del equipo de gobierno de Sax Importa, PSOE y EU es poner en valor el patrimonio cultural-industrial del yeso a partir de los hornos y de las numerosas canteras, enclavadas en los «Cabezos» del término, realizando para ello una ruta que muestre el proceso de extracción, cocción y posterior uso de esta materia prima en la construcción de las viviendas del casco antiguo y de los edificios más señoriales de la villa.
Es un proyecto ambicioso, que de momento ha iniciado la concejalía de Limpieza que dirige Javier Martínez, pero que tendrá continuidad para evitar que la degradación y el olvido acabe con un valioso patrimonio histórico e industrial ligado al yeso. Una actividad de la que en Sax ya había constancia documental en 1575.
Ángel Castaño
