La única sala de exposiciones del Ayuntamiento de Elda, la que alberga la emblemática Casa Grande del Jardín de la Música, no podrá ser utilizada en mucho tiempo. La falta de mantenimiento durante los diez últimos años ha hecho proliferar las humedades en el sótano y las filtraciones en la cubierta, que amenaza seriamente con hundirse al comenzar a ceder la viga maestra en la que se sustenta la fachada principal.
Desde que el pintoresco y céntrico palacete municipal fue rehabilitado treinta años atrás, por sus dos plantas han pasado cientos de exposiciones de las más variadas muestras de arte convirtiéndose, asimismo, en un centro de referencia cultural donde se han realizado encuentros, charlas, conferencias, presentaciones y reuniones de todo tipo. En Navidad era tradición que la Junta Mayor de Cofradías de la Semana Santa Eldense montase en la planta baja el belén y en el piso superior su exposición sobre la festividad.
Pero desde hace un año las puertas de la Casa Grande están cerradas y así van a permanecer hasta que se destine una importante suma de dinero para su rehabilitación. La última muestra pictórica tuvo que ser retirada a toda velocidad porque las goteras de la lluvia pusieron en peligro los cuadros. En la actualidad, y por motivos de seguridad, ya no se permite ni siquiera el acceso al personal de servicios y limpieza.
Lo más lamentable de esta situación es que en abril de 2010 el arquitecto técnico municipal emitió un informe advirtiendo a los responsables de la Corporación, entonces gobernada por el PP, sobre la necesidad de acometer trabajos de mantenimiento. Ya entonces detectó importantes carencias en el edificio y enumeró las actuaciones a realizar. Sin embargo el ejecutivo de Adela Pedrosa no reaccionó hasta cinco años después. Fue concretamente en enero de 2015 cuando una empresa de reformas presentó en el Ayuntamiento dos presupuestos por un valor total de 9.000 euros para reparar la cubierta y el torreón. A pesar de ello las obras nunca se llevaron a cabo y cinco meses después el nuevo equipo de gobierno de PSOE-Compromís, a cuyo frente se halla Rubén Alfaro, optó por clausurar la Casa Grande ante el peligro inminente de caída del techo. La situación de deterioro es ya irreversible y la inversión que se necesita en estos momentos podría superar el millón de euros.
Las exposiciones se realizan ahora en la Fundación Paurides, en el Museo del Calzado o en la planta baja del Arqueológico. Malos tiempos, por tanto, para una casa que fue muy grande para el arte.
