La empresa concesionaria del servicio de recogida y eliminación de basuras en Callosa de Segura, Sirem, ha admitido su responsabilidad en relación al vertido de desechos que se localizó el pasado lunes en un espacio natural de Aspe, donde apareció una montaña de 12 toneladas de residuos que, según todos los indicios, procedía del municipio callosino. La mercantil ha pedido perdón por estos hechos y ha explicado que sucedieron porque un empleado decidió abocar los desperdicios en ese lugar para ahorrarse el desplazamiento hasta la planta de residuos Villena con el objetivo de «terminar antes su jornada laboral».

Los responsables de la mercantil enviaron ayer un comunicado al consistorio de Callosa que incluía una supuesta declaración firmada por el trabajador que realizó el vertido de forma ilegal y que, según explica, fue rubricada por el empleado en presencia del encargado de Sirem.

«En mi turno de trabajo del día 14 de marzo, como conductor de Sirem en la contrata de Callosa de Segura, sin conocimiento de mi encargado y de ninguno de mis superiores ni del legal representante de la empresa, por mi propia iniciativa y con la única motivación de acortar mi jornada de trabajo por encontrarse mi pareja indispuesta estando embarazada, descargué los residuos sólidos de Callosa que transportaba, ignorando las consecuencias que ello podría producir, en un paraje del Ayuntamiento de Aspe en lugar de transportarlos hasta la planta de eliminación de Villena, como era de mi obligación», dice el escrito que al parecer ha firmado el trabajador y que ha sido difundido por la empresa.

El vertido de desechos apareció en el camino La Cochera de Aspe, fue encontrado por vecinos y el Ayuntamiento denunció los hechos. Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Local y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que encontraron entre los desperdicios bolsas de comercios, facturas de restaurantes o cartas enviadas por vía postal a direcciones de la localidad.

Según apuntaron los responsables de Sirem este asunto supone una «gravísima infracción» por una actuación «injustificable por parte del trabajador», algo que fue «de imposible evitación» por parte de la empresa «dado que se trata de un sólo acto puntual, tan imprevisible como incomprensible». Por todo ello la mercantil quiso «pedir públicamente disculpas» y anunciar que se hará cargo del coste económico que haya supuesto al Ayuntamiento de Aspe la limpieza del referido vertido, para lo cual aseguran que ya se han puesto en contacto con el alcalde de dicho municipio.

Medidas disciplinarias

La empresa «va a adoptar las oportunas medidas disciplinarias frente al trabajador» y va a «revisar su funcionamiento operativo para que en la medida de lo posible sucesos como ese no vuelvan a repetirse», si bien insiste en que fue «un hecho puntual, instantáneo e imprevisible de un empleado».

Mientras el Ayuntamiento de Callosa anunció hace unos días que la empresa se enfrentaba incluso a un expediente sancionador que podría llevar a la rescisión del contrato, la mercantil reiteró que se trata de un hecho puntual y pidió al Ayuntamiento de Callosa que no se adopte ninguna medida sancionadora.