El Ayuntamiento de Pinoso ha dado el primer paso para que la Fábrica de Harinas se convierta en el futuro museo etnográfico de la localidad justo cuando el emblemático inmueble cumple 80 años. Tras ser recientemente recuperada su posesión para el patrimonio municipal, la intención del gobierno socialista es acondicionar y adecuar las plantas superiores del edificio para mostrar, en sus impresionantes instalaciones, los fondos etnológicos e históricos que se encuentran en el almacén municipal. Tampoco se descarta trasladar el Centro del Mármol y del Vino aunque, sin inversiones públicas, todo se queda en un mero propósito de buenas intenciones. Precisamente de ésta y de otras alternativas estuvieron hablando el alcalde Lázaro Azorín y el vicerrector de Cultura de la UA, Carles Cortés, durante la visita que ambos han realizado esta semana.
La harinera fue construida por el Sindicato Agrícola de Pinoso en 1936 -el año de inicio de la Guerra Civil- para dar servicio de molienda de harinas y piensos a sus socios, que llegaron a superar el millar. Los últimos años de actividad como harinera -cerró el 11 de noviembre de 1958- lo hizo en manos de arrendatarios foráneos.
Para los pinoseros es un edificio simbólico que representa la industrialización y también la unión vecinal en beneficio del pueblo, puesto que nació del Sindicato Agrícola de Pinoso al que prácticamente todos los vitivinicultores estaban asociados. Actualmente está protegido como bien patrimonial cultural, junto a la Bodega Cooperativa, siendo el último inmueble en construirse en aquella aventura que comenzó en los años 20 con la intención de industrializar la producción de alcoholes con los subproductos de la uva.
La Fábrica de Harinas ocupa un solar de 1.800 metros cuadrados en la céntrica avenida de la Constitución y es municipal desde 1993. El Ayuntamiento pagó en aquel entonces a su propietario 20 millones de pesetas -120.000 euros- con la intención de hacer un museo municipal permitiendo que, mientras tanto, el enclave siguiese siendo utilizado como fábrica de calzado en régimen de arrendamiento. Pero, después de una serie de problemas por el retraso en los pagos que se remontan a 2008, la propiedad ha vuelto a manos del Consistorio este mismo mes y sin necesidad de ejecutar el desahucio.
La nave principal conserva en su parte superior la impresionante estructura de madera y el 80% de la maquinaria con la que se elaboraba la harina, lo que supone una muestra impecable del patrimonio industrial y arquitectónico de Pinoso. De ahí el interés por restaurarla y darle un uso cultural.
