La Conselleria de Educación, Cultura, Investigación y Deportes ha declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Espacio Etnológico, a La Colonia de Santa Eulalia que se halla ubicada entre los términos de Sax y Villena. Esta pintoresca ciudadela agrícola, que se construyó en 1887 inspirándose en las ideas ilustradas y progresistas de los utópicos de los siglos XVIII y XIX, ha sufrido en las últimas décadas un avanzado proceso de deterioro por el abandono ante los enrevesados litigios sobre su propiedad y, también, por la falta de un interés efectivo en su conservación por parte de las diferentes administraciones públicas.

El conjunto, que posee un gran valor etnológico, histórico y arquitectónico, estaba dedicado al cultivo de la vid, cereales, arroz y olivos. Además alrededor de la actividad agrícola se desplegaron una serie de servicios para sus trabajadores que le permitieron convertirse en una unidad productiva autosuficiente con sus viviendas para trabajadores y capataces, comercios, plazas, almacenes, escuela, teatro, barbería, horno de pan, taller, casinete y ermita además del palacete del conde de Alcudia y de Gestalgar, el parador, las fábricas de alcohol y harinas, la bodega y un parque con su arboleda y su lago con isla.

La preservación, restauración y puesta en valor de este singular enclave, que incluso ha servido para grabar series de televisión, viene siendo reclamada desde hace décadas por los sajeños. Fue en abril de 2012 cuando la directora general de Cultura, Marta Alonso, visitó la aldea con el alcalde, el popular Vicente Gil, y se comprometió a iniciar las acciones tendentes a su protección. Tres años más tarde, en febrero de 2015, la Conselleria de Cultura abrió el expediente de Bien de Interés Cultural -BIC- para La Colonia. Un proyecto promovido por Antonio de Padua Saavedra y Rodríguez de la Guerra, conde de Alcudia y de Gestalgar, debido a las expectativas económicas de una zona que se vio favorecida por la llegada del ferrocarril desde Madrid en 1858 y el incremento de la comercialización de los productos vitícolas por la crisis del sector ante la filoxera en Francia. Éste creó en 1900 una sociedad con su pariente, el ingeniero Mariano de Bertodano y Roncali, vizconde de Alzira, que estaba casado con María Avial Peña, hija de un rico indiano que contaba con la extraordinaria dote de 18 millones de pesetas que invirtió en este proyecto.