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Petrer

Del infierno al paraíso en diez meses

Una familia alemana adopta a una perra que fue arrebatada a su dueño en febrero al sufrir maltrato

Del infierno al paraíso en diez meses

Lindita iba a morir víctima del maltrato animal en Petrer pero el destino ha querido que inicie una nueva y feliz vida en Alemania, en la casa de una familia amante de los animales que la acaba de adoptar. Esta tranquila perra de caza ha salvado la vida gracias a la denuncia que la Asociación Amigos del Perro de Petrer, Apropet, interpuso en febrero pasado ante el Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, al encontrar a dos ejemplares de caza viviendo en condiciones de desnutrición e insalubridad en la barraca de un chalé situado en la partida de Salinetas de Petrer.

Fruto de aquella actuación se consiguió que los dos canes fueran cedidos al Albergue de Animales de Elda, mientras él hasta entonces propietario fue obligado a depositar ante la Guardia Civil su escopeta y su licencia de caza. Posteriormente el anterior equipo de gobierno popular de Petrer emitió una resolución con una propuesta de sanción de 602 euros. Una multa que la asociación animalista petrerense calificó de «irrisoria» y que todavía, a día de hoy, sigue adoleciendo de una resolución firme.

De las dos perras rescatadas en Petrer una falleció el pasado mes de mayo. Estaba débil por el maltrato sufrido y no pudo superar un golpe de calor cuando se encontraba en el Albergue de Animales de Elda. En el mismo lugar donde Lindita, la superviviente, ha permanecido diez meses hasta hace unas semanas fue acogida en una casa por una familia voluntaria de la ciudad. Era el paso previo a su viaje hacia tierras germanas donde finalmente ha sido adoptada por una familia que le está proporcionando los cuidados, la compañía y el cariño que nunca recibió. Y desde allí, a varios miles de kilómetros, llegan noticias muy buenas. «Estamos enormemente felices y satisfechos por la nueva vida que Lindita ha iniciado. Está muy bien de salud, ha cogido peso, está muy animada y, en definitiva, ha vuelto a nacer», señalan exultantes los socios de Apropet insistiendo en destacar «la admiración y gratitud que sentimos hacia la familia alemana que la ha adoptado. Afortunadamente -subrayan- en Europa nos llevan años de ventaja en lo que al respeto y tenencia responsable de animales se refiere». Y Lindita es un claro ejemplo de ello.

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