Un equipo de técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos -tedax- se desplazó ayer a Elda, procedente de la Comisaría Provincial de Policía de Alicante, para examinar un objeto espacial caído en las Barrancadas, un paraje natural próximo a las sierras de Camara y Umbría situado junto a las vías del Ave y a tres kilómetros del polígono Campo Alto.

Se trata de un fragmento metálico de cuatro metros de longitud por 20 centímetros de ancho que se encontraba parcialmente calcinado por la fricción con la atmósfera y presentaba los bordes doblados por el impacto contra el suelo. Cayó en un campo cultivado y, al parecer, fue el propio dueño quien avisó a las autoridades tras tener conocimiento de los últimos residuos espaciales caídos en la localidad murciana de Calasparra. Se investiga la posibilidad de que estos restos pudieran pertenecer al fuselaje de un avión.

Los tedax realizaron mediciones para comprobar si emitía radioactividad o contenía sustancias explosivas o nocivas para la salud o el medio ambiente. También tomaron muestras de la tierra donde se encontraba y a continuación se llevaron todo el material para analizarlo en el laboratorio con el fin de determinar su procedencia.

Se da, además, la circunstancia de que durante los dos últimos días son muchas las personas que han avistado en Elda y Petrer cuatro objetos incandescentes surcando el cielo en dirección norte-oeste dejando tras de sí una estela anaranjada. Curiosamente la observación se ha producido sobre las 18 horas del lunes y el martes, permaneciendo los objetos a la vista varios minutos al seguir una trayectoria muy similar.

Este diario ha sido testigo del fenómeno durante los dos días y los expertos consultados creen que podría tratarse de más restos de basura espacial que siguen la misma órbita a velocidad constante. Sólo una colisión entre ellos o la gravedad de la Tierra puede hacerlos caer con el consiguiente riesgo para las personas.