Un medidor atmosférico de capas altas de los que se instalan en los globos sondas que realizan mediciones a más de 10.000 metros de altura. Eso es lo que se encontró hace unas semanas un excursionista mientras realizaba una caminata, monte a través, por el paraje de l'Avaiol de Petrer.

El aparato todavía conservaba los microchip, la antena, la batería -aunque está descompuesta- y parte del cable con el que iba sujeto al globo. Al parecer, se rompió y el aparato se precipitó sobre la superficie terráquea. Afortunadamente lo hizo en una recóndita zona pero es basura espacial y contamina al medio ambiente además de que su impacto podría generar graves consecuencias.