Los vecinos de La Canalosa, la pedanía de Hondón de las Nieves que está siendo objeto de una oleada de robos en los cuatro últimos meses, han observado extrañas marcas en las inmediaciones de sus viviendas días o semanas antes de ser asaltadas. Creen que son códigos secretos que utilizan las bandas de ladrones para informar a sus integrantes de la situación en la que se hallan las casas donde pretenden perpetrar sus «golpes». Así lo han indicado a este diario dos víctimas de las últimas sustracciones. Tanto Fernando Molina como Lupe Blanco se percataron de la presencia de un pequeño «castillo de piedras» junto a sus casas de campo. Ninguno de los dos le dio importancia, llegaron a pensar que era cosa de niños, pero en fechas posteriores ambos chalés fueron asaltados.
Al primero le robaron en mayo la televisión y las cámaras de video y fotografía entre otros objetos de valor. Salió de casa y al volver veinte minutos más tarde ya se había consumado el delito. Peor suerte tuvo Lupe. A ella le desvalijaron el chalé a finales de junio cuando se encontraba de viaje. El botín ascendió a 22.000 euros en joyas, electrodomésticos, maquinaria y herramientas. Pero los ladrones también se llevaron su todoterreno para cargar la mercancía antes de dejarlo abandonado horas después en Hondón de los Frailes.
Igual de curioso resulta el testimonio de Elena Botella a cuya casa de campo también intentaron los cacos acceder el sábado. En este caso la alarma se activó y tuvieron que huir a la carrera pero al día siguiente la propietaria descubrió una marca en el suelo junto a la puerta. Era un punto dibujado con spray negro que podría advertir sobre las medidas de seguridad que posee la vivienda.
El otro aspectos que preocupa a los vecinos de La Canalosa es que se sienten vigilados por los ladrones. Sólo eso explicaría la comisión de los delitos siempre que salen de casa o se encuentran de viaje.
