El fuego redujo anoche a polvo todos los monumentos falleros de Elda, dando paso así a la cuenta atrás para las siguientes fiestas de 2016. Trescientos sesenta y cinco días de trabajo que terminan purificándose en las llamas. Esa es la magia de las Fallas.

La «cremà» puso fin estas Fiestas del Fuego eldense. Como novedad, este año, se adelantó el inició del encendido de la mecha del primer monumento variando así el horario habitual de medianoche. La falla oficial, titulada «Elda, trabajadora y festera», de Francisco José Conejero y Fran Sierra, fue la primera en arder bajo las llamas. Un monumento muy especial ya que recogía la esencia de las fiestas más importantes de la ciudad: la Semana Santa, los Moros y Cristianos, las Fiestas Patronales, y por supuesto, los festejos del fuego.

Tras la oficial, prendieron los monumentos del resto de comisiones: Fraternidad, San Francisco, Las 300, Ronda San Pascual, Estación, Zona Centro, El Huerto y Trinquete.

Juan Vera, cronista oficial de estas fiestas, explicó que, el protocolo suele establecer tres turnos diferentes para la «cremà», durante los cuales se van quemando los monumentos. Además, el orden suele estar establecido por los premios que cada uno de ellos ha conseguido: las primeras fallas en arder son las que quedaron últimas en el concurso, y así sucesivamente hasta la ganadora.

El monumento «Regreso a Eldapunt», de la comisión Huerta Nueva, ganadora del primer premio de estas fiestas, fue el último en arder. De hecho, igual que con la falla oficial, el fuego se inició, bajo la atenta mirada de las Falleras Mayores, Naiara García Sierra y Nerea Tortosa Escribá, y sus damas de honor, Silvia Soro García, María Muñoz Martínez, Macarena Rivera Vera y Miriam Lledó Pérez.

Buen desarrollo

La «cremà» de la falla oficial y del resto de monumentos de estas fiestas estaba transcurriendo, al cierre de esta edición, con normalidad y sin ningún incidente. La ayuda y trabajo de los bomberos del parque de Elda y de los maestros pirotécnicos fueron imprescindibles para el buen desarrollo de este acto.

Multitud de eldenses se acercaron a vislumbrar la especial «cremà», a pesar de las altas horas y del día.