El último día de Fallas es, si cabe, el más especial de todas las fiestas. Sin embargo, antes de que la «cremà» se produjera, los falleros pudieron disfrutar ayer de otros muchos actos, como la procesión con los dos patronos de la Fiesta del Fuego eldense y de los zapateros.

Después de una intensa mañana cargada de emociones y actos, como la «cremà» del monumento de la Residencia de El Catí o la «mascletà», llegaba el momento de la solemne procesión en honor a los patronos de las Fallas, San Crispín y San Crispiniano. Desde la iglesia de la Inmaculada de la ciudad salían a media tarde en romería, junto a los Santos, las representantes de estas fiestas, la Junta Central y los miembros de la agrupación local que arroparon a las imágenes.

Para las Falleras Mayores, Nerea Tortosa y Naiara García, fue un momento muy especial ya que pudieron lucir por última vez en estas celebraciones sus trajes de novia alicantina.

Tras un recorrido por las calles más céntricas de la ciudad, los Patronos Falleros regresaban a la iglesia.

Una vez finalizado este emotivo acto, era momento de que cada comisión regresara a su sede social, para prepararse para la «cremà», el momento más importante de las Fiestas del Fuego.