El Departamento de Salud de Elda ha instalado mamparas de seguridad en los mostradores de admisión de los centros de salud dependientes del mismo, es decir, en los centros de salud de Acacias, Marina Española de Elda, Petrer I y II, Villena I y II, Novelda, Monóvar, Sax, Pinoso, Biar y el consultorio auxiliar de Avenida de Sax que se encuentra ubicado en el barrio de la Estación de Elda.

El objetivo de esta medida es incrementar las condiciones de seguridad de los profesionales que atienden a los usuarios en estos puntos evitando, de este modo, posibles agresiones físicas contra ellos.

La instalación, que ha supuesto una inversión de 9.000 euros a cargo de la Conselleria de Sanidad, se ha realizado de forma paulatina en los diversos centros de salud del Departamento de Elda. El primero en el que se instaló fue Acacias y progresivamente se ha extendido a la totalidad de los centros de salud del Alto y Medio Vinalopó, finalizando hace una semana con Petrer II, Pinoso y Novelda.

La gerente del Departamento de Salud de Elda, Sofía Clar, ha explicado que «con esta medida ofrecemos respuesta a la demanda de algunos profesionales sanitarios que desarrollan su labor en los mostradores de admisión, que habían solicitado esta actuación. De este modo conseguimos que el profesional trabaje más cómodo y más seguro, y además estamos convencidos de que el hecho de mejorar el entorno laboral del profesional va a repercutir directamente en la calidad de la atención que se ofrece al ciudadano en los centros de salud, algo fundamental puesto que Atención Primaria se sitúa como la principal puerta de entrada al sistema sanitario y el recurso más próximo al usuario, además de ser, obviamente, el más frecuentado».

Cabe recordar que ya en 2010 la Generalitat Valenciana puso en marcha el Plan Integral de Prevención y Atención de las Agresiones para prevenir los actos de violencia contra el sector público sanitario. En 2011 se registraron 275 agresiones a sanitarios de la Comunidad, los departamentos más afectados fueron los de Elda, Marina Baixa y Elx y los motivos desencadenantes esgrimidos por los agresores fueron la disconformidad con la información, el trato y la asistencia recibidos, así como el tiempo de espera excesivo.