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Los robos de almendra se disparan por su alto precio y el «blindaje» de la uva de mesa

El incremento de la vigilancia policial en los viñedos del Medio Vinalopó lleva a los ladrones del campo a cambiar de botín, zona y modus operandi

Agentes de la Policía Local de Novelda ayer, durante el dispositivo especial de vigilancia de la uva de mesa

Las bandas especializadas en el robo de productos agrícolas están cambiando este verano sus preferencias respecto a los cultivos de la provincia que constituyen su principal botín. Así pues, mientras en las fincas de uva de mesa del Medio Vinalopó han descendido de forma apreciable las sustracciones, en los campos de almendros del Alto Vinalopó, la Foia de Castalla y El Comtat se han incrementado de manera significativa. De hecho, a principios de esta semana este diario daba cuenta de robos de cosecha superiores al millar de kilos en las localidades de Planes, Millena, Fageca y Benilloba.

El notable aumento que en los últimos años ha experimentado la vigilancia rural en las fincas de uva de mesa es uno de los motivos que está llevando a los ladrones a cambiar de objetivos, zonas y modus operandi. De este modo pueden obtener más dinero, dar una fácil salida a los productos sustraídos y salir indemnes de la acción coordinada de la Policía Local, Policía Autonómica y Guardia Civil, que actúan en colaboración con unas entidades agrarias que siguen reclamando más seguridad rural.

Pero no ha sido ésta la única razón del cambio experimentado. También han influido, curiosamente, las fluctuaciones de los mercados internacionales y la sequía que ha sufrido California, una de las mayores zonas productoras de almendra del mundo. Esta circunstancia ha hecho que el precio de la almendra se haya disparado hasta situarse en torno a los 2,5 euros el kilo de pepita sin pelar y hasta los 8 euros de pepita ya pelada. Una cantidad que convierte a este cultivo en un interesante botín para los ladrones del campo.

En Novelda, Aspe y Monforte del Cid los controles policiales en los caminos de acceso a los viñedos se han convertido en una eficaz herramienta preventiva. Precisamente el sábado pasado la Policía Local de Novelda detuvo en uno de estos dispositivos a cuatro personas en la partida de La Serreta. Ocultaban en el maletero del coche 220 kilos de uva que habían robado instantes antes. De no haber sido descubiertos habrían podido conseguir más de 200 euros vendiéndola, a bajo precio, en las inmediaciones de los mercadillos de Alicante o de otras ciudades de la costa.

Pero, como es lógico, los dispositivos especiales de vigilancia que se mantienen durante toda la campaña de recolección en los municipios del Valle de las Uvas no garantizan una eficacia total. Prueba de ello son los robos de uva y gasoil para maquinaria agrícola registrados días atrás en Hondón de las Nieves. Precisamente anoche el consejo local agrario mantuvo una reunión con los representantes de la Guardia Civil y las Policías Local y Autonómica para planificar una acción preventiva. Sin embargo, en el caso de las últimas sustracciones de almendra en El Comtat cabe destacar que los ladrones han aprovechado el aislamiento de estas pequeñas poblaciones y la dificultad de establecer sistemas eficaces de vigilancia, la mala comunicación por carretera, la proximidad del límite con Valencia y el despoblamiento de toda esta amplia zona en época estival.

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