La variante de la A-33 se considera una infraestructura esencial para acabar con el alto índice de siniestralidad que se viene registrando en el tramo de la N-344 que va de Villena a Font de la Figuera. Su peligrosidad viene dada porque se trata de una carretera de un solo carril por sentido, plagada de curvas, pendientes y cambios de rasante, transitada a diario por cientos de vehículos pesados que cubren la ruta de Valencia-Murcia y que, además, atraviesa el casco urbano de Font de la Figuera. Su alternativa natural es la variante de la A-33 pero las obras se están eternizando, tal y como este diario ha denunciado en varias ocasiones. En septiembre de 2012 se produjo en la N-344 el accidente más grave de los últimos años. Fue en término de Villena y tres conductores de entre 59 y 67 años fallecieron en una colisión de dos camiones y un turismo.
