La Policía Nacional investiga un fraude de varios millones de euros mediante enganches ilegales al suministro eléctrico.

El pasado mes de noviembre se detuvo a dos personas de Elda, varones de 42 y 45 años de edad, que se dedicaban a la manipulación de instalaciones eléctricas, así como, a la colocación de una serie de mecanismos, con el único objeto de defraudar fluido eléctrico.

Realizaban la actividad ilícita en domicilios particulares, comercios, y fábricas, y siempre previo acuerdo económico. Llegaron incluso a perpetrar la estafa en casas previamente ocupadas de modo ilegal por sus moradores.

Desde el pasado mes de noviembre se establecieron diferentes dispositivos policiales en la localidad, en los que colaboraron empleados de la compañía eléctrica, con el objetivo de comprobar las posibles irregularidades cometidas en el suministro eléctrico.

Los barrios del Calliu, Nueva Fraternidad, La Melva, Huerta Nueva y en el día de hoy en el Barrio de la Tafalera y Alto de San Miguel, todos ellos de Elda, eran los lugares donde se produjeron la mayoría de las estafas.

Solo 6 contratos de suministro eléctrico en un mismo barrio

El barrio de la Tafalera de Elda contaba únicamente con seis contratos de suministro eléctrico, sin embargo, disponían de electricidad la totalidad de las viviendas de los alrededores.

En el transcurso de esta investigación se han realizado, alrededor de doscientas inspecciones en instalaciones eléctricas que darán lugar a los correspondientes expedientes por irregularidades, tramitados por la compañía eléctrica.

La cantidad de energía ilícitamente dispuesta podría ascender a los dos millones de Kwh., cuya cuantía rondaría los 400.000 euros según la normativa legal. Si bien, la defraudación, en función del tiempo que llevan realizadas estas instalaciones clandestinas, podría haber alcanzado varios millones de euros.

La defraudación se llevaba a cabo mediante tomas de energía clandestinas y paralelas a las reglamentarias, con las que disponían de energía ilimitada tomada directamente desde la red eléctrica, sin que fuese medida o registrada de modo alguno. En otros casos se alimentaban inmuebles que carecen de contrato de suministro eléctrico.

Las citadas inspecciones tienen como objetivo detectar posibles fraudes eléctricos, pero también anomalías en las instalaciones de distribución de energía tanto en baja como en alta tensión.