Veinte agentes del Cuerpo Nacional de Policía tomaron ayer las calles del barrio de Caliu en una operación sin precedentes en Elda contra la defraudación masiva del fluido eléctrico. El dispositivo, al que se sumaron dos equipos de inspectores de Iberdrola, comenzó a las ocho de la mañana y finalizó a las dos de la tarde generando una gran expectación en la zona. Seis horas en las que se detectaron irregularidades en las instalaciones eléctricas de 49 viviendas y una fábrica. Concretamente han sido 45 enganches ilegales a la red y cinco contadores manipulados que se han saldado con un detenido como presunto autor de un sabotaje cuyas pérdidas económicas se estiman millonarias.
No obstante, la operación sigue abierta y las inspecciones podrían continuar hoy en Caliu y extenderse en los próximos días a otros barrios de la ciudad, además de aumentar el número de arrestados para tratar de desmantelar, en su totalidad, el grupo organizado que, desde hace al menos dos años, ha estado manipulando las instalaciones eléctricas de viviendas, talleres y establecimientos a cambio de dinero.
En el operativo de ayer, que fue dirigido por la brigada de Policía Judicial de Elda-Petrer responsable de la investigación, también participaron agentes del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Comisaría local y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Comisaría provincial. Todos ellos se limitaron a garantizar la seguridad de los técnicos de Iberdrola mientras realizaban las oportunas comprobaciones autorizadas por el juez.
A los titulares de los hogares y locales donde ayer se detectaron irregularidades se les ha abierto expediente y cortado el suministro. En caso de que el gasto del consumo defraudado supere los 400 euros podrían ser acusados, además, de un delito que lleva años de cárcel.
Según ha informado Iberdrola, los nuevos equipos electrónicos que se están instalando actualmente permiten una gestión a distancia de los consumos de energía, por lo que el fraude en el consumo está más controlado que nunca ya que cualquier oscilación repentina es detectada por el propio equipo, que traslada sus registros a un ordenador central. Estos datos pueden ser consultados por la administración, la empresa distribuidora y la comercializadora y, en caso de fraude, pueden ser utilizados como prueba en el procedimiento judicial. Pero hay más. Los equipos de medida registran tanto la alteración de los consumos como la intrusión en los mismos, los importes defraudados y los daños ocasionados. En estos casos la sanción penal que pueda llevar aparejado el delito recae sobre el titular del contrato, que es el responsable de la custodia de sus instalaciones, por lo que Iberdrola recomienda a sus clientes que estén alerta ante posibles fraudes por parte de instaladores o empresas no autorizadas que ofrecen una rebaja en el consumo y, en realidad, se trata de un fraude. También desde la compañía se ha recordado que cuando se defrauda energía se está perjudicando económicamente al resto de consumidores y advierte, por último, que las conexiones ilegales conllevan un alto riesgo para la seguridad de las personas que las realizan y también de terceros.
