La insalubridad, la falta de tratamientos periódicos de desinfección y desinsectación así como el hacinamiento que presenta el Juzgado de Villena podrían haber desencadenado las patologías que han afectado, en los últimos años, a varios abogados y procuradores. En uno de los casos una letrada sufrió una conjuntivitis vírica severa y poco tiempo después una extraña infección en la piel. Ella lo atribuye a las «pésimas condiciones de limpieza» que presenta el edificio judicial donde acude prácticamente a diario y pasa muchas horas por su trabajo. Y su caso no ha sido el único.