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A un día del relevo de alcaldes en Aspe

El socialista Manuel Díez cede la vara de mando a Antonio Puerto, de Izquierda Unida, que pasará a ser el primer regidor comunista de la villa y el más joven de su historia - PSOE e IU escenifican la solidez de un pacto con el que en 2011 arrebataron la alcaldía al PP

El alcalde, Manuel Díez, y el primer teniente alcalde, Antonio Puerto, ayer en el salón de plenos. CARLOS RODRÍGUEZ

Aspe cambiará mañana de alcalde pero no de gobierno porque el pacto que PSOE e IU sellaron a los cinco meses de iniciarse la legislatura, y que se tradujo en una moción de censura al gobierno en minoría del PP, goza de momento de una sólida estabilidad basada en un grupo de concejales que ha apostado por el diálogo para solucionar los conflictos que han ido surgiendo en la gestión diaria.

Mañana al mediodía el socialista Manuel Díez, que ha estado dos años y tres meses al frente del Consistorio, cederá la vara de mando a Antonio Puerto, que con 39 años de edad se convertirá en el alcalde más joven de la historia de la villa y en el primero de IU.

Ambos demostraron ayer muy buena sintonía y visitaron el salón de plenos 48 horas antes de que Díez convoque el pleno extraordinario en el que dará a conocer su renuncia para que, acto seguido, se celebre la sesión en la que Puerto pasará a asumir la presidencia de la Corporación local. Los recelos iniciales entre ambos partidos, una desconfianza basada en la negativa experiencia que supuso el malogrado pacto que Partido Socialista y Partido Comunista suscribieron en 1983, frustró el acuerdo en la primavera de 2011 y permitió a los populares gobernar habiendo obtenido IU cinco concejales, el PSOE ocho y el PP los mismos que el PSOE con una diferencia de sólo 300 votos a favor.

Ese fue «el toro con el que tuvimos que lidiar y lo que está claro es que la mayoría de los aspenses apoyaron una opción de izquierdas rebelándose contra el tsunami electoral de un Partido Popular que arrasó en los ámbitos nacional, autonómico y provincial», comentaron ayer el alcalde saliente y el alcalde entrante. Ahora admiten que la situación de la que partieron era muy compleja porque Aspe estaba aletargado en todas sus áreas, las arcas municipales lastradas por los números rojos y la crisis económica se agudizaba. Además, desde el primer día la obsesión de los nuevos responsables municipales fue la de demostrar a la ciudadanía que había otra forma de gobernar a la que el PP mostró en el mandato anterior.

«También éramos conscientes de que nuestro pacto ha sido y sigue siendo un referente en toda la Comunidad Valenciana para demostrar que la distintas sensibilidades de la izquierda se pueden entender y pueden ofrecer la única alternativa de gobierno eficaz, honesta, cercana al pueblo y preocupada por solucionar los problemas de los vecinos» destaca Puerto. Y precisamente la atención al ciudadano y la política de «puertas abiertas» del Ayuntamiento ha sido uno de los ejes en los que la coalición PSOE-IU ha basado su primera etapa. «El otro eje -explica Díez- ha sido el de la gestión pura y dura con la reactivación del deporte, la cultura y la vida lúdica en el municipio, el saneamiento de las arcas municipales, el incremento del patrimonio histórico, el pago a los proveedores, la negociación para evitar indemnizaciones millonarias por litigios urbanísticos, la recuperación de las buenas relaciones institucionales, la ejecución de esas pequeñas obras en los barrios que hacen más cómoda la vida de la gente y la recuperación de servicios públicos para mejorar en el ahorro y la gestión». Y por todo ello para el alcalde de hoy y para el de mañana el balance es más que aceptable.

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