El cadí musulmán de la villa de Petrer devolvió a Jaume I las llaves de la fortaleza, explicando que el acuerdo llegado con el monarca de Cataluña y Aragón era «una lección de convivencia porque no se ha entablado una batalla feroz». Así, año tras año desde hace 30, los petrerenses rememoran parte de su historia, coincidiendo con el Medio Año Festero, también llamado «Festa dels capitans».

En los alrededores de la explanada del Castillo, centenares de vecinos se apostaron para ver la entrada triunfal del rey Jaume I, quien sitió la fortaleza en 1265 con el fin de devolver el mando de la villa a Jofré de Loaisa y la estabilidad a uno de los pueblos del reino de Murcia que gobernó su yerno, Alfonso X , el Sabio. Fue un 19 de noviembre de 1265, según cuentan los textos cuando las tropas del monarca entraron en la población.

Después de llegar, primero el bando moro y después el cristiano al Castillo, el público asistente escuchó el relato de lo acontecido en la fortaleza en la Edad Media y los motivos que llevaron a los mudéjares del pueblo a apresar al señor feudal, al tiempo que demandaron para su liberación el cumplimiento de los pactos y el respeto hacia los musulmanes. El rey Jaume I juró en su nombre y en el del rey de Castilla y Murcia -don Alfonso- el cumplimiento de los mismos, además de rechazar la fortaleza que el cadí musulmán le entregaba, indicando que no sería honorable ir en ayuda del rey de Castilla y sacar provecho de la batalla quedándose con el castillo de Petrer.

El redoble del tambor inició el parlamento y el acto concluyó, al izar la cuatribarrada en lo alto del castillo con una danza árabe. El público asistente agradeció la labor de los festeros con aplausos y lamentó el apuro del embajador cristiano con un pequeño problema de sonido.

El texto que da vida a los acontecimiento históricos se basa en el libro de crónicas, «Llibre dels Fets».Francisco Mañez noveló los hechos y así nació una representación en la que participan un centenar de festeros.