El investigador sajeño Antonio Ramos Bernal analiza en su último libro, titulado «Complejidad Cuántica y Economía», la complejidad computacional necesaria para resolver cualquier problema económico. Explica el autor que, en términos de computación, esta complejidad hace referencia al tiempo y el espacio -memoria- necesario para hallar la solución. «Dado que la resolución de problemas se realiza, en general, a través de programas informáticos ejecutados en computadoras digitales, podemos pensar en las computadoras como elementos esenciales para nuestra economía. Y, aunque en la actualidad tienen una capacidad de cálculo que era impensable décadas atrás, su potencia está comenzando a llegar al límite», advierte.

En estos últimos años se están derivando grandes recursos a desarrollar las llamadas computadoras cuánticas que aprovechan los principios de la Física Cuántica para manipular qubits. «Este cambio revolucionario -señala el economista- permite reformular los problemas que se plantean actualmente en la economía mundial porque, en este caso, la solución se podrán obtener en unas horas y ya no serán necesarios siglos de estudios y análisis».