Un barrio fantasma. Esta es quizá una de las definiciones que mejor encajan en la zona conocida como Casa de la Juventud y adyacentes, junto a la vieja fábrica abandonada de Emérito Maestre. Justo detrás de este viejo complejo fabril, una manzana entera de viviendas se encuentra, igualmente, abandonada y con sus puertas tapiadas para evitar visitas indeseadas. Llama la atención que en pleno casco urbano, junto al barrio Virgen de la Purísima, se concentren calles enteras con las casas selladas a cal y canto.
Concretamente las que se sitúan entre la calle Emérito Maestre y Juan de Austria, así como las calles de Canarias y Baleares. Se trata en su mayoría de casas bajas o de dos alturas con planta baja. Uno de los pocos vecinos que transitaban ayer por estas vías, principalmente utilizadas para aparcar vehículos, explicó que desde hace unos cinco o seis años se han ido tapiando las casas que se iban quedando vacías al ir falleciendo sus inquilinos. Son viviendas que se alquilaban con rentas antiguas que, según añadió este vecino, pertenecen a la misma familia, que ha decidido no volver a alquilarlas.
De hecho, en varias de las fachadas cuelga un cartel de «se vende» o directamente está pintado sobre los muros de las casas y en todos figura en mismo teléfono. Puestos en contacto con este número declinaron hablar para este periódico.
Por su parte, en el Ayuntamiento son conscientes de la situación pero aseguran que al tratarse de una propiedad privada lo único que pueden hacer es que los servicios municipales limpien estas calles del mismo modo que las demás.
Parte de estas casas podían haber estado afectadas por un plan presentado por una promotora que incluía la citada fábrica, pero a principios de año comunicaron al Ayuntamiento que desistían de seguir adelante con ninguna actuación. Habrá que esperar por tanto para saber si el futuro devuelve la vida a estas calles.
