«Llevábamos una temporada de más tranquilidad pero últimamente ha habido un repunte de los robos de cable de cobre». Con estas palabras se lamentó ayer el concejal de Servicios Públicos de Elda, Alberto García, de las últimas sustracciones que han dejado sin luz durante una semana al barrio de Caliu y a la zona de La Melva, la avenida del Centro Excursionista Eldense y a algunos puntos de La Torreta.

Operarios municipales llevan dos días reponiendo el material sustraído para poder restablecer el suministro eléctrico en las zonas afectadas. De ello se encargan los electricistas, pero para estas tareas van acompañados de la brigada de obras que sellan las arquetas en cuanto los primeros finalizan su trabajo para evitar que los ladrones vuelvan a actuar o, al menos, dificultarles la tarea.

«Es un doble trabajo, pero tomamos esta determinación cuando hace tres o cuatro años sufrimos el punto álgido de este tipo de robos que llegaron con la crisis. Si no las sustracciones serían una constante», explicó el concejal.

El edil recordó que «además de un peligro para el que comete este tipo de robos», la sustracción del cableado supone un gasto para las arcas municipales. «Lo que se llevan es dinero de todos los eldenses, así que hago un llamamiento a la colaboración ciudadana para que avise a la Policía si ve algún movimiento sospechoso». Y añadió que, obviamente, el robo de cable del alumbrado público es una «grave molestia para los vecinos afectados».

Una reposición de 300 metros de cable le cuesta al Ayuntamiento cerca de mil euros «mientras lo que saca el que comete el robo es una cantidad muy baja», señaló García. La cantidad más alta que ha tenido que abonar el consistorio por un solo robo sucedió en 2010 cuando «desaparecieron» todos los cables del alumbrado de la zona del río, lo que supuso un total de 300.000 euros. Al reponer el cable robado «aprovechamos para poner más altas las farolas dificultando así que volvieran a robarlo, pero aún queda una zona en la que adoptar esta misma medida», recordó el responsable de Servicios. «Desde ese momento el robo en sitios puntuales ha sido continuo pero es verdad que hacía tiempo que no ocurría a mayor escala», añadió.