El Ayuntamiento de Monforte del Cid ha anunciado que la próxima semana se hará cargo del mantenimiento de la urbanización Montecid, después de «varios meses de reuniones con los técnicos y de negociaciones entre el Ayuntamiento y el agente urbanizador.

El Consistorio hizo público ayer un comunicado donde indica que la próxima semana está prevista la firma del acta de recepción parcial del citado residencial. «Con la firma de ese documento, el Ayuntamiento recibirá las obras terminadas y el agente urbanizador hará entrega de la financiación necesaria para que sea el propio Ayuntamiento el que concluya las obras pendientes de ejecutar», indica la nota, que no precisa la cantidad que se va a abonar.

Una vez que se lleve a cabo la recepción de los trabajos, la Administración local se hará responsable no sólo de concluir las obras de urbanización, «sino que además asumirá las obligaciones derivadas del mantenimiento» de las calles y espacios públicos de esta zona de Monforte.

Ante esta situación, agrega el equipo de Gobierno, «desde la Alcaldía Presidencia ya se han dictado instrucciones oportunas para que los servicios municipales procedan a adoptar la organización del personal y material imprescindible para ampliar la prestación de los servicios de limpieza y mantenimiento».

«La alcaldesa, Antonia Cervera, manifestó asimismo que «el Ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo desarrollando obras impuestas por el Ministerio de Fomento como el acceso a la urbanización y lo va a seguir haciendo para concluir cuanto antes las infraestructuras pendientes».

Quejas vecinales

Los vecinos de esta urbanización se habían quejado de que el vial por el que se entraba inicialmente al residencial Montecid era directo pero, desde que el pasado año se construyó la nueva carretera con su correspondiente rotonda, los  propietarios de chalés y bungalows tenían que dar obligatoriamente un rodeo de , kilómetros. Los afectados habían asegurado que la distancia se multiplicaba por dos, dado que el conductor que se iba tenía necesariamente que volver, de modo que los conductores llegaban recorrer unos 200 kilómetros extra el mes.

Ante esta situación la salida que adoptaron fue la de circular con sus vehículos por un camino pedregoso y desnivelado. De este modo evitaban tener que acceder a sus viviendas realizando ese largo recorrido.