El Ayuntamiento de Pinoso ha abierto dos vías paralelas, la de la negociación con la cooperativa Frutos Secos del Mañán y la del recurso ante el Tribunal Constitucional, para tratar de eludir, retrasar o fraccionar el pago de los 3.206.597 euros de indemnización que el TSJ le ha impuesto al Consistorio en favor de la empresa pinosera. Una indemnización que corresponde al 50% del coste de la planta de cogeneración eléctrica que el Mañán puso en marcha en el año 2000, y que fue cerrada en 2002 por un decreto del exalcalde de UCL Ramón Cerdá tras haber autorizado, de forma previa y mediante licencia municipal, la construcción y puesta en funcionamiento de una nave energética en la que la cooperativa invirtió 6.000.000 euros para generar electricidad mediante la combustión de la cáscara de almendra.

A pesar de que el auto emitido por la sala de lo contencioso-administrativo del TSJ establece que contra la resolución no cabe recurso, el abogado especializado en Derecho Administrativo contratado por el Ayuntamiento, Fernando Abengozar, cree que sí existen resquicios legales para hacerlo. Primero con un recurso de reposición ante el mismo tribunal y posteriormente mediante la vía del amparo ante el Constitucional.

En cualquier caso el alcalde, el socialista Lázaro Azorín, va a reunirse con el presidente de Frutos Secos del Mañán para buscar fórmulas que eviten, en la medida de lo posible, perjudicar los intereses de los ciudadanos de Pinoso. Precisamente uno de los efectos de la sentencia es que de las arcas municipales tendrán que salir cada mes 10.000 euros en intereses para abonarlos a la cooperativa mientras no se salde la indemnización. Una cantidad que sumada a los 3,2 millones fijados por el TSJ deja en una situación económica más que comprometida a un Ayuntamiento cuyo último presupuesto ha ascendido a 11,5 millones pero que, en la actualidad, tiene una deuda de 7,5 millones después de que el actual equipo de gobierno de PSOE y PSD haya conseguido reducirla en 4,5 millones desde el año 2011.

La cooperativa, por su parte, lo único que espera ahora es que se ejecute la sentencia lo antes posible después de once años de pleitos, recursos, pérdidas de expedientes y más recursos, por el cierre de la planta de cogeneración que se comenzó a construir en el año 1999, se puso en marcha en el año 2000, creó ocho puestos de trabajo y estuvo funcionando año y medio. Un periodo de tiempo en el que se produjeron medias diarias de 6.000 euros de electricidad que Iberdrola adquiría mediante un enganche para garantizar el abastecimiento de todo el casco urbano y las pedanías pinoseras. Desde la dirección de la cooperativa no hay ningún inconveniente en seguir la vía de la negociación que quiere abrir ahora el Ayuntamiento. Pero sí se ha recordado, y también lamentado, que el Mañán ha intentado alcanzar acuerdos amistosos con los diferentes gobiernos locales que han pasado por el Consistorio desde el año 2002. Pero ninguno de ellos ha mostrado la más mínima voluntad de consenso, según denuncian los responsables. Y respecto al rechazo social que en su día generó la planta, se ha querido puntualizar que los humos emitidos no eran tóxicos ni contaminantes. Sólo producían un impacto visual que la cooperativa quiso eliminar invirtiendo 90.000 euros en la instalación de unos filtros más potentes.