La Conselleria de Cultura ha iniciado los trámites para declarar el yacimiento arqueológico de El Monastil como Bien de Interés Cultural (BIC), dentro de la categoría de Zona Arqueológica. Un expediente que, al mismo tiempo, abre el periodo de exposición pública, que expira en el plazo de un mes desde su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).

La resolución de la Conselleria de Cultura supone la elaboración de una nueva documentación "respecto de la ya iniciada por la Resolución de la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura de fecha 24 de noviembre de 1980", según se especifica en el documento de la Generalitat.

Asimismo, la Conselleria de Cultura tiene que detallar toda la información sobre el yacimiento para su identificación, acotando la zona afectada y su entorno, así como delimitar su ámbito de protección, que según se indica "excede al propio yacimiento declarado y en el que también radican otros bienes patrimoniales".

Por otra parte, la Conselleria de Cultura le hará saber, en los próximos días, al Ayuntamiento de Elda que están suspendidas todas las licencias municipales de parcelación, urbanización, construcción, demolición, actividad y demás actos de edificación y uso del suelo que afecten al yacimiento y su entorno de protección, de tal manera que cualquier actuación, a partir de ahora, deberá ser autorizada por la Dirección General de Cultura.

Este procedimiento y su posterior declaración dota al yacimiento de El Monastil de toda la protección jurídica prevista en las leyes. Un bien cultural al ser declarado BIC pasa a ser de dominio público y la Administración protegerá el valor artístico e histórico del bien.

Los restos íberos de la ciudad de Elda

El Monastil es un yacimiento íbero-romano emplazado en el extremo este del Monte de la Torreta, asentándose sobre otro de la Edad de Bronce (1800-1000 a.C.). El poblado se encuentra sobre un espolón rocoso a modo de acrópolis o ciudadela desde el que se ejerce el control de las vías de comunicación y las tierras de cultivo. En 2012, unas excavaciones para su puesta en valor hallaron una escalinata romana de 2.000 años de antigüedad.