El alcalde de Aspe, el socialista Manuel Díez, es consciente de que la solución adoptada por el equipo de gobierno en este espinoso asunto "puede contentar a todas las partes implicadas o puede no contentar a ninguna". A su juicio colocar un atril con los nombres de todos los aspenses que perdieron la vida en la Guerra Civil -por riguroso orden alfabético- es un acto de recuperación de la Memoria Histórica en su sentido más amplio. "Le otorga un contexto histórico y supone un reconocimiento institucional a todas las víctimas de la localidad en la fratricida contienda". Incluso el de una beata de Aspe que fue fusilada en Madrid y de la que apenas se tenía información. Nosotros -en referencia al actual gobierno municipal de PSOE y EU- tenemos la obligación de hacer cumplir la ley pero no podemos ser insensibles ante un tema tan delicado y sensible como es éste y donde entran en juego sentimientos y convicciones políticas y religiosas muy profundas. Así que hemos optado por una solución intermedia con vocación de consenso y con la esperanza de avanzar en la reconciliación sin perder la memoria, que de eso se trata", subraya Manuel Díez.