Jamal Zougam ha sido trasladado esta semana desde la cárcel de Villena, donde ha permanecido ocho años, hasta la prisión salmantina de Topas. Allí seguirá cumpliendo la pena de 42.922 años de prisión que le impuso la Audiencia Nacional al considerarlo uno de los autores materiales del 11-M, los atentados de los trenes de Atocha en los que se produjeron 191 asesinatos consumados y 1.856 en grado de tentativa.

La decisión la ha tomado la dirección general de Instituciones Penitenciarias y el encarcelado seguirá sujeto al régimen de los primeros grados, por lo que continuará solo en una celda del Módulo de Aislamiento.

El marroquí Zougam llegó al centro penitenciario Alicante II de Villena el 1 de noviembre de 2004 procedente de Soto del Real. Fue arrestado en el barrio madrileño de Lavapiés, donde regentaba un locutorio, dos días después de perpetrarse la mayor masacre terrorista que ha sufrido España.

Desde que llegó a Villena permaneció en una celda individual de Aislamiento sujeto al restrictivo artículo 75.1 del Reglamento Penitenciario. Salía al patio cuatro horas al día pero siempre solo. Podía contactar por teléfono con su familia pero todas sus comunicaciones estaban intervenidas así como el envío de cartas. A los pocos días envío un escrito de queja al director porque consideraba que sus condiciones de vida eran "muy duras". Pero la queja no le sirvió de nada ya que siguió sometido al mismo régimen. Meses después fue trasladado a Madrid para comparecer como acusado en el juicio del 11-M y, en una de sus intervenciones ante el juez Bermúdez, expresó su malestar por el trato que recibía en la prisión, un alegato que el magistrado cortó de forma expeditiva y tajante.

Aunque Zougam ya no está en la cárcel de Villena sí que siguen en ella tres de los condenados por el 11-M con los que compartía el mismo pabellón de Aislamiento. Se trata de los también marroquíes Hassan El Haski, condenado a 15 años de prisión como autor cualificado en su condición de dirigente de organización terrorista; Fouad El Morabit, al que le cayeron 12 años por pertenencia a organización terrorista; y Youssef Belhadj, que tiene la misma pena por los mismos cargos.

Todo ellos protagonizaron dos huelgas de hambre que no surtieron ningún efecto aunque, en septiembre de 2011, Prisiones decidió "suavizar" el régimen penitenciario de los cuatro permitiéndoles, entre otras cosas, pasear con reclusos de otros módulos, ir al cine y a la escuela, hacer deporte, acudir a los talleres de artesanía y bañarse en la piscina del centro.

Cabe recordar que por Alicante II también han pasado los islamistas Otman El Gnaoui, condenado a 42.924 años como autor material del 11-M, así como Saed El Harrak y Mouhanad Almallah Dabbas, a los que les cayeron 12 años de prisión por terrorismo.