Zara Cano no está dispuesta a dejarse atracar y ayer lo demostró al enfrentarse ella sola a un ladrón que entró a su kiosco esgrimiendo una navaja y con la cara oculta con una braga de cuello. Eran las cinco y media de la tarde y no había nadie más en su tienda pero, tan pronto como vio al asaltante, se abalanzó sobre él con ira y lo sacó de la tienda por las bravas.

"No le dio tiempo ni a hablar porque salí del mostrador y me fui directa a por él, y aunque intentó pincharme con la navaja varias veces en la barriga no lo consiguió, y con cuatro empujones yo sí que conseguí tirarlo a la calle, y detrás de él salí yo para pedir ayuda a gritos mientras el ladrón huyó corriendo", relataba Zara a este diario una hora después del suceso con sorprendente tranquilidad pese a que sólo tiene 24 años y nunca antes ha sido objeto de ningún robo en los seis meses que lleva al frente de su Kiosco Cano, sito en pleno casco antiguo, entre el Ayuntamiento y los Juzgados de Elda.

"Sé que me la he jugado pero no tengo miedo porque a mí no me roba nadie. Hoy en día el dinero cuesta mucho ganarlo como para dejarse robar y aquí nadie puede conmigo", añadió puntualizando que no se considera heroína ni insensata. "Soy una chica normal pero abrir este kiosco me ha costado mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucho sacrificio y mucho dinero y no estoy dispuesta a que nadie me lo arrebate", indicaba admitiendo, no obstante, que minutos después de enfrentarse al atracador sufrió un ataque de ansiedad. "Cuando todo ha pasado me he puesto muy nerviosa y hasta ha venido una ambulancia de la Cruz Roja pero, al final, no he necesitado que me lleven al centro de salud ni tomarme ninguna pastilla. Yo sola me he ido tranquilizando poco a poco y ya se me ha pasado del todo, y ahora ya estoy bien", señaló mientras seguía atendiendo a sus clientes con total normalidad mientras iban llegando vecinos, amigos y familiares para interesarse por lo sucedido y solidarizarse con ella.

Al parecer el asaltante, que podría ser un drogodependiente con el síndrome de abstinencia, también intentó sin éxito robar minutos después en una tienda de alimentación cercana. "De todos modos los agentes de la Policía Local tardaron quince minutos en venir porque no tenían vehículo y vinieron caminando, y así creo yo que difícilmente van a poder detener a nadie", dijo por último Zara Cano en tono de queja y protesta.