La Policía Local de Petrer lleva dos meses acudiendo todas las noches más de tres veces a la piscina municipal en horario aleatorio. Es una rutina que forma parte de un operativo especial de vigilancia para tratar de acabar con el aumento de los baños clandestinos a la luz de la luna.

Los chapuzones nocturnos en las piscinas públicas forman parte de un fenómeno aislado aunque habitual cada verano. Pero este año se ha disparado entre los adolescentes petrerenses por motivos que nadie logra entender ni explicar. Quizá han influido las asfixiantes noches de calor de julio y agosto, las vacaciones sin playa por la crisis, la subida de las tasas o quizá se trata de una una simple y pasajera moda juvenil. Pero lo cierto es que los menores esperan a que llegue la madrugada para saltar la valla del polideportivo municipal sin ser vistos por un punto de fácil acceso. Sólo quieren darse un remojón y lo hacen en grupos -también hay chicas- sin ocasionar daños en las instalaciones. Pero el chapoteo de las "bombas", el griterío propio de la edad y la escandalera generalizada les delata así que, en muchas ocasiones, son los propios vecinos los que alertan a la Policía Local porque son las tres y media de la mañana y no pueden pegar ojo.

En lo que va de verano los agentes ya han pillado in fraganti a más de una veintena de bañistas y es rara la semana en la que no "caen" dos o tres, sin contar con los que son sorprendidos pero logran escapar a la carrera saltando de nuevo la valla. Casi todos son menores de edad y, una vez que han sido identificados, se les deja marchar tras comprobar que no han ocasionado daños en el recinto. Por el momento el Ayuntamiento de Petrer no les está imponiendo sanciones económicas aunque tampoco descarta hacerlo.

Pero los baños prohibidos a altas horas de la noche no sólo se están produciendo este verano en el polideportivo. Hace dos semanas los agentes recibieron un aviso del 112 a las dos de la madrugada y pillaron a veinte jóvenes bañándose en la piscina del albergue de L'Avaiol, un espacio natural de la Diputación. Y más recientemente, a las siete de la tarde del pasado domingo, una dotación policial tuvo que acudir al parque de El Campet porque un grupo de adolescentes se estaba bañando en el lago y saltando desde la catarata.