Los productores de uva de mesa del Medio Vinalopó -no todos- están incumpliendo el convenio firmado en julio del año pasado por la Federación Agroalimentaria de UGT y la Asociación de Empresarios y Productores de Uva de Mesa de Alicante. Un pacto por el que los trabajadores de este sector pasaban a equipararse en derechos laborales, contractuales y salariales al resto de agricultores de la provincia. El acuerdo se alcanzó tras 14 años de negociaciones pero, según lamentaba ayer Joaquín Gil, responsable de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT en l'Alacantí, no se ha llegado prácticamente a aplicar.

El sindicato ha detectado al comienzo de la actual campaña que, en algunos almacenes, ya se está pagando menos dinero de lo estipulado a las operarias encargadas de la selección, limpieza y envasado de la uva. Una tarea que en los momentos de mayor producción da trabajo a 4.000 mujeres en Monforte del Cid, Novelda y Aspe fundamentalmente.

En virtud del convenio que entró en vigor hace justo un año todas las empleadas de almacén que manipulan la uva de mesa deben pasar de percibir 5,50 euros/hora a 6,05 euros y las envasadoras de 5,70 euros/hora a 6,05 euros. Un 10% global de incremento salarial en un contexto de crisis que fue acogido con gran satisfacción por el sindicato y las trabajadoras. Una satisfacción que se ha tornado doce meses después en decepción con precios que se han rebajado entre los 5,30 y los 5,80 euros/hora.

UGT ya ha denunciado esta situación a la Inspección de Trabajo y ha anunciado la puesta en marcha de una campaña de vigilancia para velar por los derechos laborales evitando el incumplimiento unilateral del convenio por parte de los empresarios.

"Hemos luchado y esperado mucho para llegar donde hemos llegado y ahora no vamos a retroceder ni un solo paso", advierte Joaquín Gil puntualizando que "no todos los productores están actuando igual. Nos consta que hay firmas punteras del sector que están respetando el convenio y eso redunda en la creación de un empleo digno y de calidad". Pero el secretario general de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT también asegura estar informado de la comisión de posibles fraudes laborales al reducir algunos contratistas el periodo real de las jornadas de sus empleadas.

La opinión del presidente de la Asociación de Uva de Mesa de la Provincia de Alicante difiere por completo de la que tiene el representante sindical. "Con la Reforma Laboral aprobada por el Gobierno central cada empresario está legitimado para negociar particularmente con sus trabajadores y alcanzar acuerdos económicos siempre y cuando el salario pactado no se sitúe por debajo del salario mínimo interprofesional. Además -añadió ayer Antonio Berná- el convenio agropecuario provincial lleva dos años sin firmarse y yo creo que en los tiempos de crisis que corren, y corren para todos, siempre es preferible cobrar diez céntimos menos que estar en el paro". Por tanto para la patronal todo lo que se está haciendo es legal.

Catorce años de espera tras una huelga histórica

El convenio incumplido al año justo de entrar en vigor tiene su origen en la huelga que en 1997 protagonizaron cientos de operarias de los almacenes de Monforte del Cid donde se hacen las tareas de limpieza y envasado de la preciada uva de mesa del Vinalopó. Un exigente trabajo de temporada que realizaban sin contrato en la mayoría de los casos y por el que hasta ese momento cobraban lo que el jefe quería pagarles cada año.

La actividad no estaba sujeta a ningún tipo de regulación ni negociación previa y, tras soportar varias campañas percibiendo salarios muy por debajo del esfuerzo y las largas jornadas que realizaban, las mujeres decidieron rebelarse contra los dueños de los almacenes. Aquella valiente postura obligó a los empresarios a alcanzar un acuerdo con UGT. Sin embargo hasta julio de 2011 tuvieron que pasar 14 largos años para que el convenio específico por el que se regía el sector de la uva de mesa del Vinalopó se equiparase al convenio agropecuario de la provincia de Alicante. Un paso histórico hacia adelante que ahora podría dar marcha atrás.