La rebaja en un millón de euros de la contrata que el Ayuntamiento de Elda realizó a la basura se traducirá en un recorte de servicios que se concentrará en la limpieza viaria y, que según explicaron ayer a este diario empleados de Fobesa, supondrá que, en unos días, el municipio eldense se convierta en un "vertedero incontrolado".

Los operarios de limpieza afirman sentirse tranquilos y confiados tras la reunión que tuvieron ayer con el edil popular Alberto García, al que le propusieron una alternativa a la medida municipal con el objetivo de mejorar la situación de los empleados y evitar la falta de limpieza en el municipio. Según afirmó ayer Luis Miguel Gil, portavoz del comité de empleados de Fobesa y, tras explicar la posible situación de suciedad a la que se enfrentaría el municipio ante la reducción de personal y de limpieza, el edil popular se comprometió con los operarios para evitar que se produzcan los posibles despidos.

La reducción del 40% de la limpieza viaria afectará especialmente a las zonas de la periferia urbana que verán reducido el personal de limpieza. Las zonas de barrido se mantendrían mientras que el recorte se traslada a las frecuencias, a través de una alternancia en el servicio que revertiría en mayor medida en aquellos barrios "más alejados" y con menos tránsito y que, por tanto, se considera que se "ensucian menos", mientras que se prioriza al centro urbano. "La medida resolvería la limpieza en el centro de la ciudad, pero otras zonas, como la Nueva Fraternidad verá reducida la limpieza en dos de los tres sectores. Una modificación que afectará de forma muy relevante a los vecinos de la zona ", explicó uno de los empleados.

Reestructuración del servicio

La modificación del contrato que el equipo de gobierno popular aprobó en pleno, dista mucho del ofrecimiento que la empresa adjudicataria de limpieza, Fobesa, presentó a los empleados y que consta de reducir las zonas de barrido de 28 a 16 con una reestructuración del servicio que implicaría la supresión de un total de 25 trabajadores. Aunque empresa y Ayuntamiento llegaron a un acuerdo respecto al importe a rebajar, un millón de euros, el entendimiento no ha llegado a la hora de hacer la valoración de los servicios para determinar en qué se traducirá la rebaja de costes. Así, y al amparo de que la modificación propuesta afecta a más del 20% del contrato, la resolución final recaerá en el Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana, que deberá actuar de árbitro en este conflicto y valorar la propuesta municipal y las alegaciones de Fobesa.