La rehabilitación del segundo bloque de viviendas de barrio Las Trescientas de Elda sigue sin comenzar, con la consiguiente indignación vecinal, cuando está a punto de cumplirse un año desde que el Ayuntamiento diese luz verde a un convenio con el Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA), en el que todavía no se ha estampado firma alguna. La reforma, que los vecinos han considerado insuficiente, puesto que solo contempla el arreglo de elementos comunes, acumula ya nueve meses de retraso, dado que se aseguró que comenzaría en enero de este año.

Desde que se ofreciese dicho plazo, el equipo de gobierno de Elda no ha vuelto a hacer declaración alguna en ese sentido, ni antes de las elecciones del 22-M ni después, una vez revalidada la mayoría absoluta. En los documentos oficiales de la Generalitat Valenciana tampoco se ha dado cuenta del inicio del proceso de licitación de una obra que se estableció en un presupuesto de 917.000 euros, unos 70.000 menos que el primero por el sobrecoste -admitido por la Generalitat- de los retrasos en la primera fase y el realojo de los habitantes durante el proceso.

Precario

A la demora que acumula el inicio de la obra se une el precario estado de varias de las más de 50 viviendas que componen este segundo bloque. La reducción del coste que el IVVSA está dispuesto a gastar por domicilio, que ha pasado de 21.000 a 15.000 euros, no hizo sino encender el ánimo de los vecinos, que consideraban un agravio comparativo. Mientras que en el primer bloque se actuó dentro de las viviendas, arreglando desperfectos, en la segunda solo se contempla fachada y otros elementos comunes, un acuerdo que algunos vecinos denunciaron que se habían visto obligados a firmar porque era "eso o nada".

La lista de deficiencias de las viviendas del segundo bloque es abultada, y va desde humedades a grietas. Aunque podría ser peor. Otros vecinos han preferido esta otra modalidad, que no actúen dentro de sus casas. La razón está en las múltiples "chapuzas" que denunciaron algunos habitantes del primer edificio una vez se les devolvió la llave de su domicilio.

en marcha desde 2007

Una primera fase larga y accidentada

Para remontarse a la licitación de la obra de la primera fase, el primer bloque de viviendas, hay que remontarse a enero de 2007, después de que el proyecto llevase "rondando" desde 2004. El entonces concejal de Urbanismo, el socialista Eduardo Timor, daba cuenta del inicio del proceso, y daba dos meses mínimo para que se adjudicase la obra, con un plazo de ejecución posterior de seis meses.

Habría que esperar al cambio de gobierno de ese mismo año, con la entrada del PP, para que se iniciasen por fin los trabajos, en el mes de noviembre. En julio de 2008, varios obreros paralizaron los trabajos en protesta por el impago de sus nóminas, una situación de inestabilidad que se extendió durante todo el verano y que culminó con el IVVSA rescindiendo el contrato de la adjudicataria en diciembre. No fue hasta casi un año después, a finales de octubre de 2009, que el Ayuntamiento organizó un acto protocolario en el salón de plenos para devolver las llaves a los vecinos que llevaban 2 años fuera de casa. j. a.