Los actos pirotécnicos en el Castillo de la Atalaya de Villena tienen los días contados, según adelantó ayer la edil de Fiestas, Isabel Micó Forte. Durante el espectáculo pirotécnico realizado en la madrugada del día 7 al 8 de septiembre, una chispa prendió en la bandera de España, que se quemó. Aprovechando este incidente la concejal explicó que la ley valenciana sobre actos pirotécnicos establece un perímetro de seguridad para llevar a cabo estos actos en el que no puede haber viviendas. "Y las casas que rodean el castillo están dentro de este perímetro de seguridad", afirmó.

Micó aseguró que hasta 2012 existe una prórroga por la que Villena puede seguir llevando a cabo este tipo de espectáculos en los alrededores del Castillo de la Atalaya -el 4 y el 7 de septiembre?-, "aunque tenemos previsto realizar una reunión de la Junta de Seguridad antes de la celebración de las próximas fiestas con el fin de estudiar en profundidad el caso y buscar un espacio alternativo".

Sobre las críticas del edil del PP Francisco Abellán acerca del "apagón" de las luces de las fiestas para dar "sensación de ahorro" cuando existe una tarifa plana, Micó indicó que "el Partido Popular tenía 12 meses de tarifa plana en la luz porque no la pagaban y casi Villena se queda sin suministro eléctrico". Añadió que la coalición de gobierno apuesta por el ahorro energético, y esto se consiguió apagando los arcos unos días, hasta el 1 de septiembre.

En cuanto a las críticas vertidas por los populares en cuanto al funcionamiento del protocolo de la Tribuna Oficial de Fiestas,la concejal señaló que es "una muestra del desconocimiento de la organización de la Tribuna durante los días de fiesta por parte de los populares". Micó negó la existencia de invitados de primera -con tickets para consumiciones- y de segunda sin tickets, tal y como afirmó el edil popular, Francisco Abellán. Señaló que el objetivo del equipo de gobierno era ahorrar en gastos de catering en la tribuna- que el año pasado ascendieron a 6.000 euros, por lo que el día 5 de septiembre optó por el servicio de camareros y un servicio de barra.

"Comprobando que no se cumplía con el objetivo de ahorro, el día 6 de septiembre se optó por repartir a cada invitado dos tickets para consumiciones, teniendo que abonar el resto de consumiciones. Fueron pocos los ediles del PP que estuvieron en la tribuna, pese a haber reservado 16 sillas que permanecieron la mayor parte del tiempo vacías", afirmó Isabel Micó.

La intención del equipo de gobierno para la próxima Ofrenda es mantener el valor útil de la misma -en esta edición se destinó el dinero de los ramos de flores de los concejales a APAC- "si el próximo año el PP se quiere sumar a esta iniciativa estaremos encantados de contar con ellos". Micó agradeció a Junta Central de Fiestas, Junta de la Virgen, vecinos del Rabal y todos los que hacen posible su organización.