Una mujer de 44 años de edad, colombiana de nacionalidad y vecina de Elda donde viene residiendo desde hace ya varios años, deberá cumplir cuatro años de prisión por haber acordado recibir 1.000 euros por recoger en la oficina de Correos de Elda un paquete postal con droga. El paquete lo enviaron desde Uruguay y ocultaba en su interior 739 gramos de cocaína, sustancia que habría alcanzado un valor en el mercado negro superior a los 67.740 euros.

Según la sentencia de la sección décima de la Audiencia Provincial de Alicante, la procesada, María Patricia M.N., natural de la ciudad colombiana de Cucuta, fue arrestada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Elda-Petrer justo después de hacerse con el envío, pero antes de recibir los 1.000 euros que le habían prometido que le pagarían a cambio de retirar el paquete con la droga.

Según consta en la sentencia, los hechos que han dado lugar a la condena sucedieron a raíz de que el 14 de junio de 2010 se detectara en el aeropuerto de Madrid-Barajas un paquete sospechoso procedente de Montevideo y de que, al punzarlo, se descubriera por parte de los agentes que había cocaína oculta en su interior. Como destinatario aparecía el domicilio de la procesada en Elda, donde vivía con su hijo, aunque el nombre de la receptora era distinto. Una circunstancia que ofreció dudas razonables en las primeras investigaciones y obligó a los policías asignados al caso a seguir avanzando en las indagaciones para tratar de descubrir a la verdadera destinataria del paquete.

En una entrega controlada, el día 21 de ese mismo mes la sentenciada se personó en la oficina de Correos de Elda para recoger el paquete. Preguntada por el funcionario de la oficina por qué no acudía la destinataria que aparecía en el membrete del paquete procedente de Montevideo, ésta aseguró que la ficticia mujer se hallaba de viaje en Madrid y que le había pedido a ella que le hiciera el favor de reemplazarla para que el envío no fuera devuelto de nuevo a su destino. Fue entonces cuando los policías que vigilaban la entrega con total discreción en la oficina de Correos de Elda procedieron a detenerla y conducirla ante el Juzgado de Guardia para que prestara declaración.

Sin embargo, en la sentencia ha quedado demostrado que la mujer condenada era plenamente consciente del contenido del paquete al haber concertado su recepción con otra mujer, la también colombiana Emilsen M.