Si China se convirtió en su día en un país de oportunidades para los fabricantes de calzado, que deslocalizaron en masa sus producciones al gigante asiático por su barata mano de obra, la progresiva revalorización del sello "made in Spain", en este caso no por precio sino por calidad, está consiguiendo atraer ahora a España, y fundamentalmente a la zona de Elda-Petrer, la producción de grandes marcas internacionales. Desde Prada a Gucci, Loboutin -todo un referente para las "celebrities" de Hollywood- o Yves Saint Laurent, pasando por LK Bennett, firma británica en boga que tiene entre sus grandes abanderadas a Kate Middleton, esposa del principe Guillermo de Inglaterra, convertida en un icono de la moda. Son algunas de las prestigiosas marcas internacionales que han derivado parte de sus producciones a fábricas de Elda y Petrer especializadas en calzado de gama alta.

Un fenómeno al alza

Se trata de una corriente en plena evolución que se localiza de forma muy concreta en el segmento del calzado de gama media-alta y de lujo y que se ha ido produciendo al mismo tiempo que esos mismos fabricantes locales han ido apostando por la relocalización a medida que China, y otros países como Túnez o Marruecos, han ido dejando de ser la panacea.

Así, en medio de esta coyuntura, y fruto de la fuerte apuesta del sector zapatero español por la calidad, el diseño, la innovación y lo que los fabricantes denominan "know-how" (saber hacer), el sello "made in Spain" ha ido ganando reconocimiento, siendo cada vez más valorado a nivel internacional en un mercado en el que tradicionalmente el "made in Italy" ganaba la batalla.

La revalorizada imagen del zapato español y del saber hacer de sus fabricantes está promoviendo así un interesante fénomeno por el que son cada vez más las prestigiosas firmas, incluso italianas, que han encomendado sus producciones, o parte de las mismas, a fábricas españolas, fundamentalmente localizadas en la zona Elda-Petrer, considerada no en vano cuna del calzado de señora de alta calidad. Así, por ejemplo, los zapatos de la que es una de las marcas predilectas de la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, la firma británica LK Bennett, se fabrican en Petrer. La empresa familiar Petrel 92 S.L. produce en sus fábricas hasta el 70% de la producción de la marca inglesa, inmersa desde hace dos años en una importante expansión, con la apertura de tiendas por todo el mundo. Considerada un referente de la moda, muy especialmente desde que se situara en la primera línea para revistas y tabloides tras anunciarse su compromiso con el príncipe Guillermo de Inglaterra y con su posterior enlace, Kate Middleton se ha convertido en la perfecta abanderada de esta firma británica, que también suelen calzar su famosa hermana, Pippa Middleton, y otros miembros de la Casa Real británica, como son Camilla Parker Bowles, esposa del príncipe de Gales, y las hijas del príncipe Andrés y Sarah Ferguson.

Potentes marcas, por todos conocidas, como Gucci, Loboutin, Yves Saint Laurent o Prada también producen parte de sus modelos en fábricas de la zona. Modelos muy particulares, con alguna complicación especial que en Italia resultaría más caro hacer, o con materiales autóctonos de España como yute y corcho, según explicaron fuentes del sector. Así, por ejemplo, y entre otros casos, Rebeca Sanver trabaja con Prada y Magrit con Yves Saint Laurent.

"El calzado español tiene el aval de su calidad y sus fabricantes"

La patronal Fice constata, y valora muy positivamente, esta corriente que vive el calzado español, y muy concretamente el segmento de calidad media-alta y de lujo, mayoritariamente localizado en el Valle del Vinalopó. Un fenómero esperanzador para la industria zapatera que no es casualidad, sino fruto de la fuerte apuesta que durante años lleva haciendo el sector por la calidad, el diseño, la innovación y, en definitiva, el "know-how" (saber hacer), según destacaba el presidente de Fice, Rafael Calvo. "La imagen del calzado español en el exterior ha ganado muchísimo. Ahora el "made in Spain" tiene el reconocimiento que se merece, de acuerdo a su calidad y su valor añadido. Y, más allá del propio producto, no es menos importante el aval de sus fabricantes, distinguidos y valorados por su seriedad y su capacidad para responder en tiempo y forma. Todo ello ha provocado que en estos momentos, y fruto asimismo de la apuesta que desde la patronal hemos impulsado como estrategia de cara a diferenciarnos en calidad, asistimos a una realidad en la que grandes firmas internacionales confían sus producciones a fabricantes españoles y que se suma a la progresiva relocalización de producciones españolas que en su día se derivaron, por cuestión de precio, a países que, como China, ya no son la panacea", añadió.

Doña Letizia, embajadora del calzado "made in Elda"

Si los miembros de la Casa Real británica calzan zapatos fabricados en Petrer, de la firma británica LK Bennett, otro tanto se puede decir de la Casa Real española, que tiene a Doña Letizia como una de las grandes embajadoras del calzado de Elda, y muy especialmente de la firma eldense Magrit, en quien confía con gran asiduidad, tanto en su día a día como para asistir a actos y fiestas oficiales. Convertida en un icono de la moda, y alabada por su elegancia tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, la Princesa de Asturias es una gran seguidora de las plataformas y los vertiginosos tacones de la firma eldense, especializada en la fabricación de calzado de señora de alta calidad. Sin duda, una embajadora de lujo para la marca de Elda por cuanto a que los "looks" de la princesa son exhaustivamente examinados por los expertos en moda. Precisamente, Doña Letizia eligió, una vez más, zapatos de Magrit para asistir a la gran boda real del año, la del príncipe Guillermo y Kate Middleton, demostrando su fidelidad a la marca. Para la ceremonia, la princesa de Asturias lució zapatos de raso con plataforma, en tono rosa terracota a juego con el vestido, y para la cena de gala que el día previo ofreció en Londres la Reina Isabel de Inglaterra para los invitados "reales" llevó sandalias de raso en tono violeta.