El vertedero de Aspe que explota la empresa pública Vaersa será clausurado la próxima semana -el 20-J concretamente- al haberse llenado en la mitad del tiempo de "vida útil" que había previsto la Conselleria de Medio Ambiente. Una circunstancia que, según el gobierno popular de Aspe, se debe al hecho de haber recibido desde el año 2000 más de 140.000 toneladas de residuos de diversos puntos de la Comunidad Valenciana.

Finaliza de este modo una actividad que comenzó en noviembre de 1996 y ha generado continuos enfrentamientos políticos entre el gobierno y oposición local así como numerosas quejas vecinales por los malos olores que en ocasiones llegan al casco urbano, que está situado a tan solo dos kilómetros en línea recta.

En estos quince años la instalación ubicada en la partida de Upanel ha venido funcionando como destino final de distintos tipos de residuos de origen urbano e industrial, cuya explotación se ha articulado en torno a diversos vasos destinados a recibir residuos sólidos urbanos, residuos industriales no peligrosos, animales muertos y desechos de construcción y demolición.

En el año 2000 el vertedero de Upanel volvió a ser objeto de una viva polémica al abrir sus puertas a 45.000 toneladas de basura externa a Aspe. La medida la aprobó el pleno de la Mancomunidad a propuesta del PSOE y con los votos en contra del PP. También en el año 2007 el PSOE -que seguía al frente del gobierno municipal- autorizó la llegada de otras 95.000 toneladas procedentes de diversos puntos de la Comunidad. Pero los vasos se han ido colmatando y desde 2009 están sellándose de forma progresiva. Será, no obstante, a partir del próximo mes de septiembre cuando comience a desplegarse la totalidad de las obras de clausura con un presupuesto de ejecución superior al millón y medio de euros. A través de esta actuación, según informa desde el Ayuntamiento, se adecuarán topográficamente todos los vasos de vertido mediante la ejecución de los correspondientes movimientos de tierra; la disposición de las capas de arcilla compactada, láminas de impermeabilización y capas de drenaje de aguas y gases; la revegetación de la zona y la sustitución de la actual balsa de almacenamiento de lixiviados por otra que tendrá más del doble de capacidad.

La alcaldesa Nieves Martínez manifestó ayer que con esta medida se van cumplir dos objetivos. "Por un lado avanzamos en el planteamiento que desde el gobierno popular tenemos en lo que ha de ser el tratamiento de los residuos, ya que a los residuos sólidos urbanos que producimos se les da un tratamiento de valorización en la planta de Elche, y el resto de residuos domiciliarios tienen el recientemente inaugurado ecoparque para su aprovechamiento y reutilización. Y por otro lado -subraya la alcaldesa- damos satisfacción a una demanda generalizada de la población, que de no haber estado condicionados por el último compromiso adquirido por el PSOE de admitir 95.000 toneladas de basuras de fuera, abríamos cerrado esta instalación cuando asumimos el gobierno en 2007".