El fiscal rebajó ayer de 124 a 22 años y medio de cárcel la condena solicitada para el acusado de atracar en 2008 una sucursal de la CAM en Petrer, donde murió otro asaltante y dos policías fueron tiroteados. El abogado defensor de Carlos B.E, José María Gally, alcanzó un acuerdo de conformidad con el fiscal y el resto de partes personadas y por tanto el juicio, que se iba a celebrar durante dos semanas en la Audiencia de Alicante, quedó visto para sentencia en menos de una hora. El acusado, un argentino de 71 años, además de declararse culpable del atraco mortal de Petrer confesó su participación en otros cinco más cometidos en sucursales de la provincia, así como en el robo de tres vehículos.

El procesado, que recibió ocho disparos en el atraco y ahora anda con la ayuda de muletas, aprovechó el turno de última palabra para decir que "me siento muy arrepentido de lo que hice".

La abogada de la acusación particular ejercida por uno de los dos policías que fueron tiroteados por los atracadores solicitó además que el procesado indemnice al agente con 178.000 euros por la incapacidad permanente, secuelas y daños morales, así como otra cantidad menor el coste de las intervenciones quirúrgicas.

El abogado Gally informó de que la pena que debe cumplir no puede superar el límite legal de 20 años -algo improbable al tener 71 años de edad- y anunció que solicitará su expulsión a Argentina para que termine de cumplir la pena en su país de origen.

Por el atraco a la CAM de la calle Comparsa Berberiscos de Petrer, ocurrido el 26 de noviembre de 2008, el fiscal le acusa de un delito intentado de robo con violencia e intimidación y uso de armas en concurso con 13 delitos de detención ilegal y cuatro delitos intentados de homicidio en concurso con uno de atentado contra agentes de la autoridad. Además le imputaban otros cinco robos con violencia en Alicante, Petrer, Ondara, Elche y Murcia, dos de ellos con seis delitos de detención ilegal, un atraco frustrado en Elche, el robo de tres vehículos, falsificación y tenencia ilícita de armas.

El atraco de Petrer fue cometido por Carlos B.E. y Luis Santiago F.R. sobre las 14 horas del 26 de noviembre de 2008. Según la acusación formulada por el fiscal, ambos entraron con caretas y armados con pistolas y en pocos segundos ya realizaron un disparo intimidatorio después de golpear al director de la sucursal de la CAM por decirles que no tenía las llaves de la caja fuerte. Con amenazas de muerte y violencia lograron que los empleados abrieran los cajeros, pero dos policías nacionales llegaron a la oficina alertados del robo. Aunque se pusieron a cubierto, el acusado salió con el dinero y pegó tres tiros a uno de los policías, por lo que se inició un tiroteo y cayó herido. Su cómplice salió con dos rehenes e hirió al otro agente. Uno de los rehenes pudo huir y el otro lo metió en un coche, pero como no pudo arrancarlo lo utilizó como escudo humano. Al final salió corriendo solo y comenzó a disparar indiscriminadamente hasta que fue abatido mortalmente por los agentes nacionales y locales.

Un botín superior a los 289.000 euros

El botín de los robos cometidos en 2008 por el procesado en compañía del cómplice que murió en el atraco superó los 289.000 euros, según el escrito de acusación de la Fiscalía. El atraco más fructífero fue precisamente en otra sucursal de la CAM en Petrer. Ocurrió en la oficina de la calle Brigadier Algarra el 30 de abril de 2008. El septuagenario procesado siguió a una empleada cuando se dirigía al búnquer de la sucursal y tras cerrar la puerta la obligó a punta de pistola a abrirla de nuevo, apoderándose de 154.209 euros. El 1 de febrero de ese mismo año se apoderaron de más de 15.000 euros en una oficina de Banesto de la Playa de San Juan y el 4 de julio de 2008 robaron casi 33.000 euros en una oficina del Banco Popular en Elche. Un mes antes del atraco mortal ocurrido en Petrer asaltaron una oficina de la CAM en Murcia, donde fue al mostrador y pistola en mano logró un botín superior a los 86.000 euros tras decir "el dinero, que no es tuyo". Además de su nombre Carlos B.E., el fiscal señala en su escrito de acusación que solía utilizar otras cinco identidades diferentes. P. C.