A la espera de que se conozcan las nuevas cifras del paro correspondientes al mes de abril, y que ya hacen temer un nuevo aumento, la crisis se ha cebado ya, en poco más de tres años, con hasta 17.000 trabajadores de la comarca del Alto y Medio Vinalopó que durante este tiempo, en un goteo incesante, han perdido su empleo. Una negra cifra que, lamentablemente, todavía no habría tocado techo y que refleja que el número de parados en la comarca se ha llegado a incrementar en estos complicados años hasta en un 110%, es decir, más del doble, ya que si el año 2007 se cerraba con un volumen 15.317 trabajadores en paro, a día de hoy -y a la espera de que el Ministerio de Trabajo haga públicos los datos de abril- son ya 32.316 las personas del Alto y Medio Vinalopó que se acumulan en las listas del Inem. Una cifra histórica que todavía se enmarca en un contexto incierto de cara a la recuperación y que mantiene a estos ya cerca de 32.500 desempleados en una situación de absoluta incertidumbre respecto a su reincorporación al mercado laboral.

Las expectativas respecto a lo que puedan indicar los datos de abril apuntan ya a una previsible nueva escalada del paro, que volvería a marcar un nuevo récord, ya que, según destaca CC OO, el ligero descenso de desempleados que pudiera registrarse en el contexto provincial vendría dado fundamentalmente por el tirón que representa para los servicios la Semana Santa, una circunstancia que a priori no se trasladaría a la comarca del Alto y Medio Vinalopó, eminentemente industrial y agrícola más que turística.

De hecho, los datos de marzo trajeron consigo un aumento del desempleo especialmente preocupante en cuanto a que afectó de lleno a la industria, que sumó en un solo mes 120 nuevos parados. En medio de este adverso panorama, marcado por el alargamiento de la crisis, nos encontramos con otro dato dramática y es que más de 14.000 personas, de las 32.316 inscritas en las listas del Inem, no estarían cobrando ya a estas alturas una prestación por desempleo. Una circunstancia que, más allá de las frías e impersonales cifras, dibujan una situación desesperada para miles de familias al no disponer de una fuente de ingresos garantizada para seguir adelante en el día a día.

Un goteo incesante de hasta 14 nuevos parados cada día

A lo largo de los tres últimos años el goteo de parados ha sido constante. En este tiempo, entre 2008 y el momento actual, son una media de 14 trabajadores los que se han ido incorporando a las listas del paro, 17.000 en total. Esta recesión ha traído consigo, además, un clima más que desesperanzador ya que, si bien la situación de paro nunca es bien recibida, la coyuntura que se arrastra desde el inicio de la crisis se ha traducido en una absoluta incertidumbre y en unas poco esperanzadoras expectativas por poder volver a entrar en el mercado laboral. Así las cosas, son miles de personas las que se van eternizando en las colas del Inem, agotando inexorablemente con el paso del tiempo los subsidios de desempleo, una de las circunstancias que más alarma a los sindicatos, que advierten del caldo de cultivo de marginalidad y conflictividad que puede llevar aparejada esta situación, ya que además las ayudas sociales, como la renta mínima garantizada, "no se están gestionando con la celeridad que correspondería y no están llegando a las miles de familias que, sin ningún tipo de ingreso, se encuentran en una situación cada vez más desesperada", según advierten fuentes de Comisiones Obreras.

Organizaciones como Cáritas Interparroquial se han ido convirtiendo así en la tabla de salvamento de miles de familias, que van sobreviviendo gracias a la ayuda que, en forma de comida y dinero para el pago de los recibos domésticos. Se trata de una ayuda puntual que no se debe prorrogar en el tiempo, para no consolidar situaciones de dependencia, pero lo cierto es que nunca la ayuda de Cáritas había llegado a tantas y tantas personas. Tradicionalmente, de hecho, Cáritas atendía fundamentalmente a colectivos especialmente vulnerables, en su mayoría inmigrantes, pero esta crisis ha traído consigo que los solicitantes de ayudas ya no puedan asociarse a ningún perfil.