Los conductores de Elda soportan desde hace mes y medio con entereza y resignación una penitencia que ni merecen ni tiene nada que ver, precisamente, con la pasión de la Semana Santa que se celebra estos días. Todo empezó cuando el Ayuntamiento de Elda decidió instalar cinco semáforos en el barrio Virgen de la Salud para regular el tráfico en la zona del puente de Monóvar y mejorar, de paso, las entradas y salidas de vehículos a este distrito y a los centros educativos de la zona. Que son cuatro: El Mirador, Miguel Servet, La Melva y El Monastil.

Cuando los semáforos estaban todavía en fase de prueba, con la luz ambar parpadeante, ninguno de los cientos de conductores que pasan cada día varias veces por este transitado punto podían imaginarse el calvario que les esperaba. Ahora que ya están en pleno funcionamiento, en las horas punta de entrada y salida de las fábricas situadas en los polígonos Finca Lacy y Campo Alto las colas de vehículos colapsan los cruces y bloquean varias calles. La Carretera de Circunvalación entre otras. Cada mañana, entre las 7 y las 8, la fila de coches llega a extenderse desde la Comisaría hasta la rotonda de la avenida del Centro Excursionista y avanza, en lenta procesión, para desesperación de los conductores. La situación en esa zona requería un cambio en la ordenación del tráfico porque, antes de instalar los semáforos, el acceso al barrio Virgen de la Salud también era un suplicio para los vecinos por su dificultad y riesgo. El mismo suplicio que soportan ahora los conductores, muchos de los cuales reclaman una rotonda como solución para acabar con la penitencia diaria.