Papeleras desbordadas, papeles por el suelo, bolsas de basura apiladas en los rincones, dependencias llenas de desperdicios, chicles pegados en el suelo y un aseo tan sucio como irrespirable es la sórdida estampa que ofrece el Palacio de Justicia de Villena desde hace ya dos meses. El periodo de tiempo en el que la empleada de la limpieza causó baja por enfermedad y su plaza sigue sin ser cubierta, ni siquiera de forma provisional, por el Gobierno valenciano. Una merma que, según las fuentes judiciales consultadas, se debe fundamentalmente a que la Conselleria de Justicia no ofrece suficientes garantías a las personas que forman parte de la bolsa de trabajo para abonarles, en tiempo y forma, el salario que venía percibiendo la trabajadora ahora ausente. Alrededor de 500 euros mensuales por las horas realizadas. Circunstancia ésta que ha llevado a varias personas a renunciar a cubrir la baja. La falta de recursos económicos para el mantenimiento de los edificios judiciales de la Comunidad Valenciana es, en definitiva, el origen de un problema que suma y sigue.

Los ciudadanos que tienen que acudir al Palacio de Justicia de Villena a un juicio o a realizar cualquier trámite aceptan con resignación la sucia imagen que ofrece la entrada y el principal pasillo del edificio, el Registro Civil, el Decanato y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2.

Sin embargo entre los profesionales de la Justicia -abogados y procuradores- y entre los funcionarios de la Administración de Justicia con plaza en Villena la situación comienza a ser tan incómoda como desesperante además de que, tal y como ellos mismos advierten, puede terminar causando problemas higiénicos y sanitarios debido a la insalubridad existente.

Con la escoba en la mano

La falta de limpieza la están supliendo como buenamente pueden los propios trabajadores del Juzgado de Villena para asegurarse unas mínimas condiciones laborales. En las últimas semanas se les ha podido ver en más de una ocasión con la escoba en la mano porque son ellos quienes, en sus periodos de descanso, se encargan de vaciar las papeleras, de sacar la basura a la calle y de echarle una "barridita" al suelo. Pero como se sabe no es una tarea que entre dentro de sus cometidos, como tampoco parece lógico que tengan que llevarse al edificio judicial las estufas y calefactores de sus propias casas para no pasar frío en los días más crudos del otoño tardío y el invierno reciente. Algo que se debe a la necesidad de limitar el consumo de gasoil de la calefacción porque, tal y como les ha advertido el responsable de mantenimiento, cuando se acabe va a ser difícil llenar de nuevo la caldera.

FALTA DE MEDIOS

La grieta de la azotea sigue sin solución

Llueve sobre mojado en el mal llamado Palacio de Justicia de Villena. Un servicio público que para los funcionarios y profesionales del sector es la "oveja negra" del sistema judicial autonómico. Y no sólo por el colapso y la falta de personal y de medios materiales que sufre. Hasta hace pocos meses contaba con mobiliario "histórico", carecía de estanterías por lo que algunos expedientes debían almacenarse en el váter y sufría plagas de hormigas e inundaciones en la zona de archivo del sótano. Pero lo que más preocupa es la grieta que hay en la azotea y que, tras una chapuza provisional, sigue sin solución definitiva.