Paquita Jiménez está sentada en un banco del parque en el barrio Polígono 25, mientras su hija Mari Carmen y otras tres niñas juegan contentas sobre los columpios, subiendo y bajando de ellos. Sin embargo, Paquita no puede perder la mirada de las niñas ni un minuto. "No sería la primera vez que ocurriese una desgracia",nos comenta, girándose constantemente para observar a las niñas.

Las condiciones del parque son tercermundistas. Basta tan sólo con observar que se trata de unos columpios no homologados y que dejaron de fabricarse hace años debido a la peligrosidad que supone para un pequeño un tropiezo o una caída contra uno de los hierros.

Los más de diez niños que viven en el barrio juegan en nefastas condiciones. Los juegos infantiles se encuentran totalmente oxidados con filos cortantes. La suciedad se acumula cerca del parque, que está lleno de maleza y no puede utilizarse cuando llueve por se acumula el barro. Y lo más preocupante es que la solución no llega. "Son numerosas las ocasiones en las que nos hemos quejado al ayuntamiento porque no es normal no contar con un sitio para los niños. Es una lástima que las criaturas no tengan un lugar para jugar",comenta Manoli Vera.

La ausencia de un parque ha obligado a algunos de los vecinos de este barrio eldense a habilitar dentro de casa una zona lúdica para que sus pequeños puedan jugar sin ningún riesgo."Dentro de casa hemos colocado un suelo de césped y hemos comprado un columpio para que mi hija pueda jugar", explica Jiménez.

Constantes deficiencias

La situación de los elementos lúdicos en el barrio Polígono 25 sólo es uno de los "puntos negros" que sufren los vecinos del barrio eldense. A los desperfectos del parque infantil se suman las constantes deficiencias que a lo largo de los años ha ido acumulando esta zona urbana del extrarradio, poblado por unas noventa familias.

El tráfico constante de multitud de camiones por el camino ha hecho que el asfalto esté en pésimas condiciones,provocando que los vehículos lleguen a quedarse atascados por los socavones en la vía. El pavimento de la acera también brilla por su ausencia en la calle principal del barrio donde es muy peligroso circular, al tener que hacerlo en varios tramos por un arcén con una gran intensidad de tráfico y con ausencia de pasos de peatones, sin contar que son numerosos los niños que juegan en la calle.

A pesar de no tener los "lujosos" juegos infantiles con los que cuenta la zona centro de Elda, las pequeñas no renuncian a jugar cada tarde en los peligrosos columpios ya que, "al fin al cabo", como afirma José Riquelme, vecino de Polígono 25, es lo único que les queda.