Una de las iniciativas a las que esta incipiente empresa se siente cercana es la Asamblea de Parados que se puso en marcha en la parroquia de San Francisco de Sales a principios de año.

El objetivo de esta mesa, convocada por el párroco Lucio Arnáiz, es la de proporcionar apoyo moral a los desempleados y ofrecerles cursos gratuitos con los que complementar su formación mientras se encuentran en el paro. La mesa atrajo en un principio a un total de 13 desempleados, aunque en sucesivas convocatorias fue aumentando su participación.

Una acciones más llamativas de esta asamblea fue la de colgar carteles con la leyenda "Somos 8.257. Agradecemos las ayudas pero, queremos trabajo", que ocuparon un hueco en las paredes de la ciudad junto a los que colocan las personas que necesitan trabajar de cualquier cosa. Estos carteles formaban parte de una de las tres iniciativas que la asamblea se marcó en su primera reunión, y se emprendió con el objetivo de dar mayor visibilidad al problema del desempleo. El resto de acciones, como los cursos de informática e idiomas se pusieron en marcha para intentar suplir, en la medida de lo posible, el colapso de los talleres de formación de entidades como el Servef o la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó.