Los trabajos para la restauración de la alfarería romana descubierta en El Monastil han permitido recuperar íntegramente los tres hornos cerámicos, de 2.050 años de antigüedad, y documentar y "musealizar" un complejo que, según las investigaciones arqueológicas, habría sido la primera "fábrica" artesanal del valle de Elda, con una producción de cerámica diversificada y a gran escala durante aproximadamente unos setenta años. El proyecto, que se enmarca en las tareas generales para la recuperación y puesta en valor del yacimiento eldense (Bien de Interés Cultural) para su futura apertura al público, se ha completado con la instalación de una cubierta metálica, pasarelas y paneles explicativos, convirtiéndose así el complejo alferero en el primer elemento de El Monastil que está en plenas condiciones para ser visitado.

Tras las intervenciones arqueológicas que condujeron al hallazgo del primer horno entre 1989 y 1989 y las excavaciones que este año sacaron a la luz los otros dos hornos y miles de piezas cerámicas, permitiendo hablar ya de un complejo alfarero, los trabajos de restauración llevados a cabo por la concejalía de Patrimonio Histórico de Elda, en colaboración con la Fundación y Obra Social de Caixa Catalunya, se han desarrollado en los últimos tres meses. En los mismos ha participado un equipo pluridisciplinar, integrado por arqueólogos, arquitectos y restauradores, bajo la dirección del arqueólogo municipal Juan Carlos Márquez. El presupuesto de la obra ha sido de 66.474 euros, de los que 20.000 euros fueron aportados por la Obra Social de Caixa Catalunya a través de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento eldense.

El avance de las investigaciones, a raíz fundamentalmente de los importantes hallazgos realizados este año, hacen sospechar que aún hay más elementos del complejo alfarero en El Monastil, probablemente incluso debajo de la carretera. Las características de los hornos y de las miles de piezas de cerámica localizadas en la zona han permitido concluir que la alferería romana habría estado activa durante unos setenta años, produciendo cerámica a gran escala, en variedad y calidad, para abastecer a todo el valle de Elda.

Entre las piezas halladas hay restos de ladrillos de adobe, candiles, vajilla de mesa, de cocina, etc., e incluso se han localizado matrices con las que los alfareros marcaban la cerámica, para dejar patente su "denominación de origen". Así, se ha podido identificar a uno de estos alfareros como Lucius Eros, un personaje romano de origen griego que también tuvo "intereses alfareros" en Ampurias (Gerona), donde también se localizaron piezas con su leyenda grabada, según explicó el arqueólogo Juan Carlos Márquez.

El complejo alfarero se convierte así, tras las obras, en el primer elemento totalmente acondicionado para ser visitado del yacimiento de El Monastil, que en un futuro se abrirá íntegramente al público. La pretensión del Ayuntamiento es agilizar en lo posible todos los trabajos ante el convencimiento de que el yacimiento será un importante reclamo de visitantes para Elda, dado su importante valor patrimonial, según destacó la alcaldesa, Adela Pedrosa.