La ancestral y eterna batalla entre fieles e infieles llega un año más a Novelda. Las fiestas de Moros y Cristianos, enmarcadas en las celebraciones patronales del municipio, dieron comienzo ayer por la tarde anunciando una intensa semana de pólvora, música y desfiles.

Cerca de 2.000 festeros repartidos en diez comparsas recorrieron, en un celebrado y alegre cortejo, el trayecto comprendido entre la Plaza Santa Teresa Jornet y la Plaça Vella, provocando a su paso un reguero de aplausos y vítores del público. El Desfile de Capitanías constituye la primera oportunidad que los festeros de Novelda tienen para sacar a calle las vestimentas de gala que utilizarán durante estos días.

Abrieron el acto las tropas del bando cristiano, encabezados por la Reina Cristiana, el Alférez, el Embajador Cristiano y Centinela. Acto seguido, las filas que componen las cuatro comparsas de la Cruz dieron inicio a su marcha por las calles, comenzando por los Mozárabes, y secundados estos por Caballeros del Cid-Rey Don Jaime I, Tercios de Lepanto y Astures. Finalizado el paso de los cristianos, llegó el turno de las huestes moras, comandados por la Sultana Mora, su Alférez y el Centinela. Tras ellos, y cerrando el paso de las capitanías, comenzaron los Piratas, seguidos de Beduinos, Mudéjares, Negres Betànics, Omeyas, Damasquinos.

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El día de ayer comenzaba inundado de un excepcional ambiente de celebración con el recorrido de cuartelillos y kábilas que realizó la familia festera por la mañana. Antes del cortejo de honor de las capitanías de los dos bandos, se celebró la Entrada de Bandas en la Plaza Santa Teresa Jornet, con la entusiasta interpretación del pasodoble "Novelda". Tras el desfile inaugural llegaron las dos Embajadas y, ya de madrugada, la Retreta para poner punto y final a la primera jornada.