La campaña veraniega del cultivo estrella del Vinalopó ya está en marcha. Una campaña, la del embolsado de los racimos uva que comienza marcada por la reducción en algo más de la mitad de su producción por las intensas lluvias y el granizo caído durante el mes de mayo. El Consejo Regulador de la Uva de Mesa Embolsada calcula que durante el próximo mes se utilizarán 80 millones de bolsas, un 60% menos que en la campaña anterior, cuando se alcanzaron los 200 millones. Esta reducción lleva pareja una reducción del empleo a la mitad y que será, previsiblemente, más corta que en años anteriores.

Las poco más de 1.000 hectáreas que se han podido salvar comenzaban ayer de buena mañana a poblarse con los trabajadores temporales que llevarán a cabo el peculiar proceso de embolsado de el fruto en las poblaciones de Aspe, Novelda, Monforte del Cid, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves y La Romana. A este millar de hectáreas se unirán aquellos cultivos que, pese a resultar afectados por el pedrisco, se han podido salvar. La cantidad, no obstante, no podrá ser especificada hasta que no finalice la campaña, según matizaba ayer el presidente del Consejo Regulador de la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, José Bernabeu.

Menos empleo

Mientras que en las dos últimas campañas, tanto de embolsado como de recogida, la uva de mesa del Vinalopó funcionó como generador de empleo en una comarca azotada por la crisis del mármol, este año no podrá volver a sacar pecho como refugio de los trabajadores que habían perdido su puesto en otros sectores.

Hace un año, por estas mismas fechas, el Consejo Regulador estimaba en 10.000 el número de empleos temporales creados durante el periodo de embolsado del fruto. Evidentemente, la bajada de la producción afecta al volumen de personas que participarán en la campaña hasta finales de este mes, reduciendo hasta casi la mitad, unos 6.000, los trabajadores que tomarán parte en el embolsado de los racimos, según confirmaba ayer el presidente del consejo.

A pie de viñedo, la sensación es la misma. Los agricultores reconocen que han tenido que dejar fuera a mucha gente que ha pedido trabajo como consecuencia de la bajada de la producción. El tiempo que estos trabajadores pasarán en los viñedos del Vinalopó será también menor, ya que la previsión es que toda la uva esté embolsada correctamente antes de que acabe el mes de julio.

La calidad de siempre

Pese a la drástica reducción, el mismo Consejo Regulador ya anunciaba la semana pasada que la uva volverá a ser un año más de una calidad excelente. El buen cuajado del fruto durante las semanas previas al proceso de embolsado permitirán que la maduración de la uva alcance el estándar establecido en temporadas anteriores.