Manuel lo denomina "el día cero". Después de pasar doce años como seminarista de la Diócesis de Orihuela-Alicante, ayer "cantó" su primera misa en la iglesia de San Francisco de Sales de Elda, entre las paredes entre las que decidió dedicar su vida a las enseñanzas de Dios, con tan sólo trece años. Con 26 años, Manuel Jover Jurado es uno de los dos sacerdotes que ayer fueron ordenados en la Concatedral de San Nicolás, en Alicante. El otro, José Manuel Bascuñana Burgos, de 31 años, se estrena hoy también en su ciudad natal, Guardamar del Segura.

Tras pasar un periodo de nueve meses como diáconos, el paso previo al sacerdocio, los dos recibieron ayer la ordenación de manos del obispo Rafael Palmero y en presencia de un centenar de sacerdotes que, desde ese momento, ya pueden llamar "compañeros". Sólo unas horas más tarde, y ya en la ciudad de Elda, Manuel vivía la eucaristía desde el otro lado, observado desde la bancada por los feligreses de su parroquia de toda la vida y su familia, ocupando los primeros bancos. Una familia, la suya, que le ha apoyado desde que siendo un adolescente confesó su vocación a sus padres indicando que tenían que comprarle "un colchón y un juego de cama" para ingresar en el seminario de inmediato, puesto que había arreglado él mismo todos los detalles de su ingreso. "Yo comparo mi vocación, mi amor por Dios, con el amor de mis padres, que comenzaron de novios también a los trece años".

La del sábado por la tarde fue, pues, una eucaristía cargada de emociones ante la que Manuel, que no deja de ser un muchacho, sólo encontraba una pega: coincidir con el partido de cuartos de final del Mundial de Fútbol que la selección española jugaba ayer en Sudáfrica. "Cuando vi que coincidían los horarios....". Pese a la dura competencia de "la roja", la iglesia se llenó hasta la bandera, esa bandera blanca que ondeaba en la parte frontal del templo colocada por el párroco de San Francisco, Lucio Arnáiz, como "signo de fiesta y gratitud", tal y como manda la tradición cuando un miembro de la parroquia encuentra en el sacerdocio "su vocación y su camino".

El joven sacerdote comienza ahora una nueva etapa en la iglesia de Nuestra Señora de Belén de Crevillente, donde ha desarrollado su labor como diácono en los últimos meses y a la que ha sido destinado para ejercer.

Crisis

Sólo estos dos jóvenes comenzarán su labor como sacerdotes en la provincia de Alicante este año, una cuarta parte de los ocho que se ordenaron en 2009 por estas mismas fechas. "La cifra es variable" -comenta Manuel -"pero sí es verdad que actualmente hay menos seminaristas que cuando yo comencé en 1997".

No es extraño, además, que los dos nuevos sacerdotes de la Diócesis procedan de donde proceden. Las comarcas de Vega Baja y Alto y Medio Vinalopó son las que más vocaciones aportan al seminario, con 19 y 12 seminaristas respectivamente de los 56 internos con los que cuenta actualmente la Diócesis. Del resto de regiones de la provincia de Alicante, el Bajo Vinalopó aporta un total de ocho seminaristas, siete Alicante, pertenecientes al ámbito de la Vicaría II y, finalmente, cuatro a La Marina.