Un accidente múltiple registrado al mediodía de ayer en la autovía de Alicante-Madrid (A-31) se ha saldado con tres muertos y dos heridos graves. Un trágico balance que no se producía desde que en enero de 2006 un autobús volcaba en la misma autovía, a la altura de La Colonia de Santa Eulalia, causando cinco víctimas mortales y decenas de heridos. En aquella ocasión sólo se vio implicado en el suceso un autocar contratado por una Asociación de Viudas de Alcantarilla que se dirigía al complejo turístico Marina d'Or en Castellón.

En esta ocasión los implicados han sido cuatro turismos y los tres fallecidos son los componentes de la misma familia. Se trata de dos hermanos, una mujer de 64 años y un hombre de 55 años que conducía el Volkswagen Passat, y la madre de ambos, que tenía 93 años, ocupaba el asiento del copiloto y estaba impedida. Todos ellos regresaban a su domicilio de Madrid tras permanecer unos días en Alicante cuando se produjo el fatal siniestro. Fue a escasos metros del cambio de sentido que cruza la A-31 por un paso elevado que conduce a Caudete. Un tramo recto y de buena visibilidad con una suave rasante donde se permite circular a 120 kilómetros/hora.

Pasaban unos minutos de las 12.30 horas cuando el Centro de Coordinación del Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante recibía la primera llamada alertando de una colisión por alcance de cuatro coches con varias personas atrapadas en el interior de uno de los turismos. Concretamente el vehículo de la familia fallecida. El accidente se produjo en el punto kilométrico 173, en la zona de Los Almendros, a 8 kilómetros del municipio de Villena y 27 kilómetros de Almansa, dentro del término municipal villenense.

Tres horas más tarde la Unidad de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico seguía recabando datos y tomando declaraciones para conocer las causas exactas del suceso. A falta de conocer el resultado final de la investigación todo parece indicar que la alta densidad circulatoria que registraba la A-31 en ese momento y en ese tramo provocó una ralentización del tráfico que tuvo, como consecuencia directa, una momentánea retención en un punto de ligera subida. El primer coche frenó y el segundo le golpeó por detrás. Eran un Citroën c5 y un BMW 320 pero ninguno de sus ocupantes sufrió heridas de consideración. Sin embargo el turismo que circulaba detrás de ellos, el de las víctimas, fue el que se llevó el impacto más fuerte al chocar violentamente con su parte delantera sobre el vehículo anterior y recibir en la parte trasera un duro golpe del cuarto vehículo implicado, un Peugeot 308, cuyos dos ocupantes resultaron heridos graves: una mujer de 57 años que iba en el asiento del acompañante y un hombre de 47 años que conducía. Ella presentaba un traumatismo intratorácico y fue trasladada en una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) al servicio de Urgencias del Centro Sanitario Integrado de Villena y él voló en el helicóptero medicalizado del Consorcio Provincial de Bomberos hasta el Hospital General de Alicante con pronóstico grave funcional. Presentaba traumatismo intraabdominal.

A pesar de que la Guardia Civil desplegó a una decena de patrullas en la zona, el accidente colapsó la autovía provocando colas de hasta ocho kilómetros y causando, al menos, otras cuatro colisiones más por alcance. Desde los parques de bomberos de Elda y Villena llegaron al lugar del accidente dos unidades del mando de jefatura, dos vehículos de primera salida y dos furgones con útiles de salvamento con el suboficial jefe de Área de Vinalopó, el sargento jefe de turno, dos cabos y ocho bomberos que, tras darse por finalizadas las infructuosas tareas de reanimación por parte del personal del Samu, se limitaron a excarcelar los cuerpos ya sin vida de los tres ocupantes por las puertas laterales.