Poco se podía imaginar Julián Sánchez Milla cuando hace siete años cogió sus maletas y abandonó su Elda natal con destino a China que su aventura como empresario en el gigante asiático le iba a llevar a participar en proyectos tan emblemáticos como el que ahora le ocupa, el suministro y la instalación del aislamiento acústico en el que es el hotel más alto del mundo en Cantón, en el sureste de China. Se trata de un hotel de la cadena canadiense Four Seasons, una de las más prestigiosas del mundo por su especialización en establecimientos de gama alta, cuyas 374 habitaciones serán las más altas del mundo, ya que el rascacielos donde se ubican tiene nada más y nada menos que 438 metros de altura.

Se trata de "todo un reto", según admitía el propio Julián Sánchez, que durante unos días recaló en Elda, y una "gran satisfacción", ya que para optar a la concesión del contrato su empresa, erradicada en China, tuvo que superar un "difícil proceso de selección". Concretamente, el hotel se emplaza entre las plantas 73 y 99 del rascacielos, que son las más altas. Más allá de la altura, el proyecto es igualmente emblemático por la zona, ya que el hotel se ubica en la Torre Oeste del Guangzhou International Finance Centre de Cantón o, lo que es lo mismo, el distrito financiero de la metrópoli sureña. La empresa de Julián Sánchez se encarga de la instalación de toda el asilamiento acústica del "vertiginoso" establecimiento hotelero.

Fue hace siete años cuando Julián Sánchez decidió que había llegado el momento de "cambiar de rumbo" y buscar nuevas oportunidades fuera de su Elda natal. Sus raíces como empresario, lejos de su actividad actual, están en el calzado, concretamente en la industria auxiliar, pero cuando dejó Elda, tras verse obligado a cerrar su empresa, se "reiventó" por completo. "La situación estaba mal y barajé distintos países y distintas opciones de negocio, todas ellas diferentes a lo que venía haciendo hasta ese momento. Finalmente, me decanté por China, y prácticamente me fui a la aventura", explica Julián Sánchez.

Una empresa estable

Teniendo en cuenta que en aquel momento, "aquello" de la internacionalización no tenía los visos que tiene en la actualidad, el empresario recuerda que, cuando decidió irse, "todos me consideraban un poco como el pobrecillo, como el que tenía que irse de Elda porque no podía sobrevivir". Hoy tiene una empresa consolidada y en su mente, por ahora, no está volver a Elda, más allá de las visitas que realiza regularmente siempre que puede.

"A priori me fui a sobrevivir, pero hoy tengo una empresa que es sólida y estable, que genera empleo y que tiene perspectivas de futuro", afirma el empresario.

Ubicada en la ciudad de Guangzhou, al sur de China, su compañía se enmarca en el sector de las denominadas empresas "verdes" o ecológicas, dedicándose a la fabricación de materiales -siempre reciclados- de aislamiento térmico y acústico. Tras empezar de cero, como subcontratista primero de otra empresa, poco a poco su compañía fue tomando forma hasta tener su propia estructura productiva estable y, a día de hoy, tiene 40 trabajadores directos en China y otros 15 indirectos en España.

Un mensaje optimista

Hace siete años las adversas perspectivas que se le presentaban le decidieron a apostar por explorar unas nuevas y desconocidas oportunidades de negocio. Hoy, consciente de que son muchos los empresarios que tienen ante ellos un negro panorama, Julián Sánchez, quiere lanzar un mensaje de "optimismo": "Fuera de Elda, y de España, hay opciones, y futuro para quien vaya a su encuentro", como él hizo en su día, porque para este empresario eldense la internacionalización, hoy más que nunca, es fundamental. En su opinión, "China es un reto apasionante para cualquier emprendedor y un mercado donde todos tenemos cabida".