No sólo diversión para los festeros han traído consigo las pasadas fiestas de Moros y Cristianos. Los cinco días de festejos han representado para los hosteleros del centro de la ciudad un importante aumento de la actividad. En el que está siendo un año especialmente crítico, en el que los consumidores miran el bolsillo más que nunca, los negocios hosteleros han vivido estos cinco días de fiestas como un pequeño "agosto" en medio de la crisis. El balance, en general, es positivo. Y los hosteleros consultados están satisfechos con las cajas que, una vez terminadas las fiestas, han podido cerrar. Eso sí, pese que este evidente -y bienvenido- aumento de la actividad en estos días pasados representa un respiro y un empujón para el negocio en el contexto de la adversa coyuntura actual, todos coinciden en que "nada tiene que ver" con la situación que recuerdan haber vivido "hace años": "Aquellos años en los que la gente gastaba sin problemas y no miraba tanto el bolsillo. Eran otros tiempos".

Las nubes que se cernieron sobre la ciudad en el inicio de las fiestas desataron todas las alarmas en el sector. El mal tiempo, y especialmente la lluvia, no suele contribuir a dinamizar la actividad callejera ni el consumo en los bares y, menos aún, en las terrazas. Por fortuna, las extremadamente calurosas temperaturas que se registraron a partir del sábado fomentaron todo lo contrario, según destacaba ayer satisfecho Ismael García, propietario del bar cafetería Cozar, situado en pleno centro de Elda, en la calle Juan Carlos I. Su balance, una vez terminadas las fiestas, es positivo, eso sí, considera que en ello mucho han tenido que ver las ofertas especiales que ha lanzado para incentivar el consumo, como menús completos, con tres entrantes, ensalada, plato combinado, postre, bebida y café, por doce euros.

Inicio flojo por la lluvia

Aunque el inicio de las fiestas fue "bastante flojo" por las lluvias, el buen tiempo registrado a partir del sábado supuso para este céntrico establecimiento un importante revulsivo, ya que tanto el fin de semana como el lunes el trasiego de clientes ha sido prácticamente constante "tanto dentro como en la terraza", según comentaba ayer su propietario. El aumento de la actividad en estos días ha llegado así a superar el 50%, añadió.

Tras una primavera especialmente floja por las inestables temperaturas, estas fiestas también han contribuido a aumentar notablemente la actividad de la Heladería Casablanca, situada también en la calle Juan Carlos I. Así, aunque se ha hecho esperar, el negocio de esta emblemática heladería eldense se ha llegado a triplicar en los días de las fiestas. "Si el sol calienta y hay gente en la calle, no hay que pedir más", comentaba ayer el propietario del establecimiento, José Valero.